jueves, marzo 08, 2007

"Los de Chiapas somos como los catalanes"

ENTREVISTA CON ANDRÉS FÁBREGAS PUIG // NÚRIA NAVARRO

Sostiene este antropólogo mexicano que su Chiapas natal tiene mucho que ver con Catalunya. También allí reclaman el reconocimiento de la diferencia al poder central. Fábregas Puig, que es rector de la Universidad Intercultural de Chiapas y ha venido a la Universitat de Girona a intercambiar ideas, además sabe mucho de la relación entre fútbol e identidad. Su libro Lo sagrado del rebaño es un referente en su país.

--¡Al fin un experto despejará una duda capital!
--Veamos.

--¿Por qué Rafa Márquez está jugando tan... blando?
--A lo mejor ya se aburrió de estar en Barcelona, ja, ja. Los jóvenes jugadores quieren andar de un equipo a otro, ¿no? Pero lo mío no es evaluar ese tipo de asuntos.

--Me lo temía.
--Fui el primer antropólogo mexicano que estudió el fútbol como fenómeno social. Cada fin de semana unos 10 millones de mexicanos viven pendientes del balón. Y yo elegí como objeto de estudio el Guadalajara, un equipo de Jalisco conocido con el mote de las Chivas Rayadas, que levanta pasiones. Está constituido solo por jugadores mexicanos. ¡Es el pueblo de México luchando contra las adversidades!

--¿Y cuál es el rival que dispara la catarsis?
--El América, un club financiado por los grandes inversores mexicanos. Está lleno de extranjeros.

--¿Todos los asuntos identitarios se resuelven en la cancha?
--No solo. En México existen identidades superpuestas. La primera gran confrontación se da entre el centro --México DF-- y las regiones.
--Esa es una música conocida.
--México DF ha sido el centro de control político durante siglos, desde los aztecas, pasando por los castellanos y los criollos. Y, aunque el país es una federación de estados, está profundamente centralizado. Los de Chiapas somos como los catalanes.

--¡Qué me dice!
--Chiapas es el único estado que hizo un referendo en 1824 para decidir si pasaba a formar parte de la federación mexicana, se quedaba como nación o se integraba a Guatemala. Ganaron los que decidieron entrar en la federación mexicana.

--Pues no estamos en las mismas.
--Espere. Políticamente, los chiapanecos somos mexicanos, pero culturalmente somos centroamericanos. Hablamos un castellano muy distinto. Empleamos el vos. Decimos sentate, vení... De niños nos castigaban por hablar en ese "castellano corrupto". Pero además en Chiapas se hablan 10 lenguas, la mayoría de troncos mayas, en condición de inferioridad.
--Eso hermana, sí.
--De los españoles, admiro su capacidad de ser variados. Ahí reside su verdadera fuerza creativa. La obsesión por mantener un Estado centralista es el problema. Yo propongo cultivar un cierto sentimiento de indiferencia. ¿Por qué nos tienen que importar las diferencias del vecino?

--Hablando de vecinos, ¿qué es del subcomandante Marcos?
--No sabemos si está en Chiapas... Pero el movimiento zapatista se fue desgastando. Marcos es un genio movilizando a los medios de comunicación, pero ha perdido valiosas oportunidades de incorporarse a la lucha política. Propuso una votación nacional, asegurando que iba a respetar el resultado. La gente pidió verlos en la arena y él no lo respetó.

--La política mexicana parece tener alergia a la calma, ¿no?
--Durante años tuvimos un régimen que venía de la revolución popular de 1910, cuando campesinos y rancheros se levantaron contra la dictadura de Porfirio Díaz. El PRI se inventó un aparato de Estado parecido al soviético. Y aún se hace política a la manera del PRI, aunque con un matiz introducido en los años 80.

--¿Qué pasó en esa década?
--Miguel de la Madrid, que se formó en EEUU, consideró que el desarrollo mexicano pasaba por copiar el modelo de los gringos. Y ahí seguimos. ¡Es una tragedia! Esta nueva élite política le da la espalda a las tradiciones de México. Incluso me atrevo a decir que ni siquiera conoce el país. No sabe qué produce el campo. Desconoce cómo habla la gente.

--¿Entonces?
--Los pobres se han duplicado y crece la corriente migratoria a EEUU. Aunque ahora 26 millones de mexicanos rehacen su cultura al otro lado del Río Grande. ¡Dentro de 15 años el nacionalismo mexicano será más fuerte al otro lado!

--Eso le está quitando el sueño al señor Huntington.
--¡Por eso han hecho el muro de la vergüenza! Pero ese muro no va a parar a la inmigración.

--¿Qué será de los que se quedan?
--El mal de México es la mala distribución de la riqueza. El control de todo está en manos del 0,1%. ¡El segundo hombre más rico del mundo es Carlos Slim, un mexicano! Pero hay 40 millones de pobres. Sin el dinero que envían los emigrantes, la economía mexicana se colapsaría.

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