domingo, marzo 04, 2007

Ana Belén y el teléfono de lo absurdo

Un teléfono que es mágico. Llamadas que se contestan solas. Familiares que nunca conoces hasta que ellos mismos aseguran ser el “tío Pepe”. Señores que pasaban al otro lado de la línea sin querer? Con guión a lo Bertolt Brecht, Ana Belén convive con su móvil. Quizás el celular tenga alma de canalla como su gran amigo Joaquín Sabina, y de ahí que al recibir llamadas “misteriosamente se apaga, es mágico”. El teléfono a pesar de ser burlón es querido por su dueña: “yo no quiero cambiar de móvil, es mágico”.


Y qué decir del tío Pepe, un día llamó y se presentó como tal: “Hola, Ana soy tu tío?” Pero casualidades de la vida, después de una larga conversación no eran ni tío ni sobrina. Eran dos desconocidos unidos por una llamada y voces que les recordaban a otras personas, por unos minutos Pepe tuvo como sobrina a Ana Belén, la misma que había escuchado tantas veces por la radio. “Al final me dieron ganas de preguntarle dónde vivía. Son casualidades de la vida, ni él quería hablar conmigo ni yo con él”.

Las historias tecnológicas de Ana Belén se desgajan por capítulos como si de un libro se tratara. Su relación con los ordenadores va por sagas, “he ido heredando todos los ordenadores que en casa han ido desechando”. El PC I de su hijo, el PC II de su hija y el PC III de su marido, así hasta completar la dinastía informática. El objetivo era “ver si me animaba e iba aprendiendo algo de informática. Ahora tengo un ordenador de segunda o tercera mano, y aunque es muy bonito y veo que es muy moderno? no consigo abrirlo”, asegura la cantante mientras suspira.

“No navego? hago rafting”

El caso es que si abrir el ordenador ya es en sí una pequeña batalla, eso de navegar por Internet queda más lejos. “Yo es que no navego, hago rafting, me encanta el mar”, bromea Ana Belén, quien al mismo tiempo reconoce la utilidad de la red. “Encuentras cosas que normalmente no las ves en ningún sitio, el problema es que hay que racionalizar la información, hay mucha mentira. De ahí que lo que más me guste sea el hecho de que hay que investigar para contrastar esa información”.

Al igual que le gustaría un día despertar y sentarse delante de un ordenador para escribir con total fluidez, como lo hacía en su máquina de escribir. “Muchos me dirán pues apúntate a unas clases burra, pero carezco de ese tiempo”. Proyectos, giras, teatro? la agenda de Ana Belén está repleta, uno de sus pequeños oasis es ir caminando hacia el gimnasio con su Ipod. “Ahora tengo uno chiquitito, el Nano, ¡es una pinza! Lo cuelgas y vas con ello puesto hacia el gimnasio, es fantástico”.

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