miércoles, febrero 28, 2007

Entrevista a Santi


FUENTE: TROVACUB y página de Santi en Trovacub: http://www.trovacub.net/santi

Por Diana Furlani - Colaboración: Marcelo Vega


Santiago está presentando una serie de conciertos en España. En el medio viajó a Suiza, donde
Marcelo Vega genera espacios para escuchar trova de la buena.
Así nació esta entrevista, gracias a las facilidades de Internet, entre chats, conversaciones "en vivo" y correo electrónico.
Gracias a Marcelo y por supuesto a Santi por la disponibilidad y buena voluntad.

-Estas celebrando tus 25 años con la música...

Bueno, no estoy celebrando nada, pero mas bien son 28 años.
Marco mis inicios en octubre del 78 cuando existía el Movimiento de la Nueva Trova; después de una evaluación ante un jurado presidido por Pablo, paso a participar en los eventos nacionales e internacionales de la Trova.

Igual venia desde pequeño subiéndome a escenarios de festivales estudiantiles... pero bueno, pongamos 28 años...los 25 recuerdo que los celebré en el Teatro Nacional de Cuba presentando Sin Julieta. Lo último que hice en la Isla fue un concierto de mi trayectoria con la Orquesta Sinfónica de Cuba hace un par de años.

-Cuéntanos de aquellos años junto a Carlos Varela, Frank Delgado y Gerardo Alfonso, con quienes te has vuelto a encontrar en estos últimos dos años, incluso en un escenario.

Con Frank, Gerardo y Carlos volvimos después de muchos años a cantar juntos en la presentación de un cancionero de trova tradicional, fue por pura casualidad. Los años 80 fueron muy bonitos, muy creativos, muy sinceros... estábamos muy cerca.

-Aparte de la influencia de la trova cubana y de la canción latinoamericana tienes influencias rockeras. ¿Cuales son esas influencias?

En el 85 acompaño a Silvio a la Argentina y descubro que existe un rock en español de alto calibre. Me impactó; yo venia escuchando a Jethro Tull, Cats Stevens, Bob Dylan entre otros como Zeppelin o Hendrix, pasando por la música clásica... otro motor fue descubrir a Paco de Lucia... creo que tengo de todo ésto, con la Trova, el barroco, el Folk, el folclore latinoamericano, el rock sinfónico... de todo un poco sabes.
-Habiendo recorrido tantos y tan diferentes países: ¿Cómo sientes que reciben tu música en los distintos lugares? ¿Qué te hace volver a cada lugar? ¿Qué esperas de cada publico?

Bueno, cuando termino un concierto y piden otra es sinónimo de que el mensaje se capto y además gustó... sólo espero eso... me gusta viajar, ahora menos porque la verdad cansa... pero... "gracias a la vida que tanto me dio, no obstante necesito el dinero"...

-¿Cómo es la relación con tu hermano Vicente, teniendo en cuenta que comparten el mismo oficio?

Con Vicente una relación de hermanos... a veces soy hermano menor y otras mayor. Cada cual con sus trovas... somos tan parecidos como distintos... nos la pasamos bien.

-Podrías recordar tu visión de niño, cuando compartías y mirabas a los grandes: tu hermano, Silvio...

Me quedaba extasiado mirándolos... la guitarra, las formas de cantar... pensaba que las letras eran improvisadas porque como no entendía la poética... Silvio y Vicente son amigos desde antes de nacer yo, así que los vi mucho en mi infancia. Eran mis héroes.

-Háblanos de Noel Nicola. ¿Cómo era tu relación con él? ¿Cómo fue la experiencia de grabar un disco ("Entre Otros") juntos?

La verdad es que Noel llevaba mucho sin grabar y yo le propuse que grabara y que lo podía ayudar cantando y tocando. El armó ese disco y yo canté algunas de sus canciones.
Noel fue un hermano entrañable...en su casa vivimos (Alberto)Tosca, Xiomara(Laugart) y yo, a finales de los 70 que andábamos de parias. El siempre nos tiró un cabo.
Mi primer disco tiene una nota suya donde me dibuja... Siempre nos quisimos bien... fue otro hombre sincero de donde crece la palma, que dejó un legado de canciones importante.

-¿Qué opinas de los cambios que se están llevando a cabo en América Latina con los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y en menor medida en Brasil, Argentina y como ves el resurgimiento de la cultura popular en dichos países?

Eso de que Cuba ha sido un faro para los pueblos latinoamericanos ahora mas que nunca parece que se concreta.
Se nota el despertar de los pueblos, se viene lo distinto esperemos que para mejor, sobre todo para los pobres.

-Los enemigos de Cuba y algunos amigos hablan de un cambio cuando ya no esté Fidel. ¿como imaginas a Cuba, y la creación artística en una Cuba sin Fidel??

Cuba tendrá que seguir resistiendo, sólo el norte tiene que cambiar sus políticas. A nosotros sólo nos queda seguir mejorando lo que hemos hecho.
La creación artística pasa por otro lado pero sí es verdad que la revolución hizo mucho por el arte.

-Cuéntanos tus proyectos para este año: giras, posibilidades de grabar un nuevo disco, etc.? ¿Tienes proyectado venir a Argentina?

Este año tengo que grabar sí o sí... No tengo agenda pero Argentina siempre es imprescindible para mi persona...ya iré.

Silvio al Nobel

Silvio al Nobel

El Nobel para un poeta
Es lo que propugno yo:
Brassens ya lo mereció
Y lo mereció Violeta.
En mi décima –saeta
De certeza y de ternura-
Digo que su canto es pura
Luz para el lírico gremio:
¡Yo postulo a Silvio al Premio
Nobel de Literatura!

Pido a la Academia Sueca
Que aguce un poco el oído,
Pues parece que ha sufrido
Sordera en su biblioteca.
Intentó sacar manteca
De tantos magros lechones;
Cuántas equivocaciones
Desde que nació mi abuela,
Premiando sólo novelas
Y jamás buenas canciones…

Suecia tiene tradición
En canciones bien escritas,
Notas claras e infinitas,
Poemas de inspiración.
Si Bellman y Taube son
Ejemplos como centellas,
¿Por qué no seguir sus huellas?
¡Basta del falso dilema
De premiar sólo poemas
Y jamás canciones bellas!

Silvio Rodríguez, cubano,
Es el ejemplo mejor
Del moderno trovador
Con su instrumento en la mano.
Iluminado artesano,
Sus talleres naturales
Fueron sus cuerdas vocales
Y sus cuerdas guitarreras,
Espléndidas sementeras
De canciones inmortales.

En estos tiempos modernos,
Los recitales masivos
Son antros de muertos-vivos
Saliendo de los infiernos:
Pintarrajeados, con cuernos,
Y balando como ovejas,
Nos plantan luces bermejas
Que nos ciegan la mirada
Y música amplificada
Que nos rompe las orejas…

Silvio, en cambio, es trovador
Que puede llenar estadios
Sin salir mucho en las radios,
Sin láser multicolor…
El, su guitarra, su ardor,
Y su clara melodía
Van probando cada día
Que pese a burdos canales
De contenidos banales,
No ha muerto la Poesía…

Por sus imágenes hondas,
Sus metáforas geniales,
Sus rimas tan especiales
Y sus negras y redondas…
Quero que tú me respondas,
Rey sueco, en trono de honor,
Si hay candidato mejor
Para el Nobel que el cubano
Silvio, heredero y hermano
Del más viejo trovador…?

El Nobel para un poeta
Es lo que propugno yo:
Brassens ya lo mereció
Y lo mereció Violeta.
En mi décima –saeta
De certeza y de ternura-
Digo que su canto es pura
Luz para el lírico gremio:
¡Yo postulo a Silvio al Premio
Nobel de Literatura!

Eduardo Peralta

Santiago, febrero 2007


www.nuestrocanto.cl

martes, febrero 27, 2007

Silvio Rodríguez ayudó a respirar a los chilenos

Silvio Rodríguez ayudó a respirar a los chilenos

Jorge Luna

Santiago de Chile, 27 feb (PL) Durante la dictadura, tus canciones nos
llegaban clandestinamente y nos ayudaron a respirar, le dijo un intelectual
chileno al cantautor cubano Silvio Rodríguez, quien se apresta a iniciar su
tercera gira en el país.


Otro le recitó décimas en que lo propone para el Premio Nobel de Literatura.
Varios más recordaron algunas de sus mejores canciones, Unicornio azul, La
era, El necio y le preguntaron por sus motivaciones para escribirlas.



Así transcurrieron varias horas con Silvio, compartiendo de manera
distendida con amigos chilenos en un encuentro informal, la víspera, en la
embajada de Cuba, con intelectuales y políticos, incluyendo a la ministra de
Cultura, Paulina Urrutia.



Para algunos, sus respuestas eran revelaciones, para otros necesarias
ratificaciones.



El artista dijo conocer que sus canciones habían circulado de mano en mano,
en pleno régimen de Augusto Pinochet, en casetes y discos con portadas que
enmascaraban su origen y eso se había reflejado en su segunda visita en
1990.



La primera fue en 1972, durante el gobierno del presidente Salvador Allende,
invitado al IV Congreso de la Juventud Comunista, encabezado por Gladys
Marín, junto a Pablo Milanés y Noel Nicola.



En medio de sus cinco conciertos en Chile, Silvio asistirá, el 4 de marzo, a
la inauguración de la sede de la Fundación Gladys Marín, en homenaje a la
desparecida luchadora chilena.



En ese momento, recordó a Víctor Jara, Violeta Parra y "a todos los Parra",
a los grupos Illapu, Quillapayun, Inti Illimani y otros.



Silvio tomó a broma la propuesta de su candidatura al Nobel, aunque el tema
surgió en un breve planteamiento sobre la íntima relación entre el
cantautor, el poeta y el escritor.



Preguntado insistentemente sobre lo que inspiró Unicornio azul, admitió que,
en verdad, la escribió en momentos en que le faltaban las palabras
adecuadas, "se me habían perdido".



Reveló que primero escribió la música de Unicornio y después "fueron
llegando" las palabras, por lo que -durante algún tiempo- no la cantó, hasta
considerarla totalmente terminada.



Luego recordó que en esos días tuvo lugar la muerte de John Lennon y, aunque
aclaró que no fue esa su inspiración, sintió "una gran perdida y un gran
vacío".



Sobre el recientemente fallecido trovador Noel Nicola, emocionado dijo que
también siente un gran vacío, pues lo considera un amigo, un hermano y un
extraordinario artista, autor de las mejores investigaciones sobre el gran
poeta peruano César Vallejo.



Anunció la grabación en La Habana de una antología de 33 obras de Noel
Nicola, que reflejan toda su rica trayectoria.



Sobre las motivaciones de El necio, Silvio -quien nunca es categórico sobre
lo que inspira sus canciones- respondió que coincidió con la desaparición de
la Unión Soviética, pero añadió que muchos le encuentran otras motivaciones
a sus canciones.



Eso es lo bueno, el enriquecimiento de las canciones con los aportes de los
que las escuchan, agregó.



Intelectuales de distintas generaciones de chilenos indagaron sobre La era.
Silvio precisó que la escribió cuando asesinaron al comandante Ernesto Che
Guevara en Bolivia en 1967.



Asimismo, dijo que comenzó a escribir Santiago de Chile el 11 de septiembre
de 1973, cuando le llegaron las primeras noticias del golpe militar de
Pinochet.



Interrogado sobre el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar,
recién concluido en el vecino balneario chileno, dijo que había sido
invitado a participar en varias ocasiones, pero "muy respetuosamente, no me
veo allí".



Un compositor chileno le preguntó por qué no hacía canciones infantiles, y
respondió -quizás con demasiada modestia- que no estaba preparado para ello
y que en Cuba hay grandes talentos dedicados al arte para niños.



Sorprendió a los asistentes cuando reveló que casi a diario los niños
cubanos cantan un tema de la chilena Gabriela Mistral, Premio Nobel de
Literatura e improvisó "dame la mano y danzaremos..."



La mejor noticia la dejó para el final: la posibilidad de regresar en
noviembre, en el marco de un homenaje que se está preparando a su coterráneo
Leo Brouwer, que incluiría dos conciertos con una orquesta sinfónica
chilena.



Silvio Rodríguez llegó este fin de semana a Chile, donde hará tres
conciertos en la capital los días 1, 2 y 3 de marzo; uno en Viña del Mar,
120 kilómetros de Santago, el día 6, y otro en Talca, 255 kilómetros al sur,
el día 8.



mgt jl ag



PL-111

fuente: prensa latina

Conviviendo con la burguesía

En el Deportivo Español...

Música y baile otra vez unidos para continuar la labor zapatista en Chiapas

TANIA MOLINA RAMIREZ

"Si no puedo bailar, no quiero estar en tu revolución". Las famosas palabras de la anarquista Emma Goldman son lema del nuevo compilado Los ritmos del espejo II (Malandros), producido por la Confederación General del Trabajo (CGT, www.cgt.es), en el Estado Español, cuyas ganancias se destinarán a colaborar en la puesta en marcha de un hospital que está en la última fase de construcción en el ejido La Culebra, del municipio autónomo Ricardo Flores Magón, Chiapas. El cedé se presenta hoy con algunos de los artistas que participan en el disco: los mexicanos Los de Abajo, San...

Cartones

El presidente en su laberinto · Rocha
Transparencia · Hernández

lunes, febrero 26, 2007

PALABRAS DE SILVIO AL RECIBIR EL DOCTORADO HONORIS CAUSA EN LA UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN MARCOS, EN LIMA

PALABRAS DE SILVIO AL RECIBIR EL DOCTORADO HONORIS CAUSA EN LA UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN MARCOS, EN LIMA

Dr. Fernando Izquierdo Vázquez, Rector de la Universidad Mayor de San Marcos.
Profesor Octavio Santa Cruz Urquieta.
Excelencias
Queridos hermanas y hermanos presentes y ausentes.

Recibir este honor de la Universidad Mayor de San Marcos, Decana de América, excede cualquier reconocimiento que pudiera soñar. El hecho de que tanta ilustración universal haya pasado por sus aulas, que este premio lo hayan recibido cubanos como Fidel Castro, Nicolás Guillén y Eusebio Leal, y sobre todo la certidumbre de que César Vallejo estudió aquí, me hace sentir usurpador. Muchas veces he proclamado que el autor de “Poemas Humanos” tuvo un efecto fundacional en mí.

Sé que, según el protocolo de estos actos, ahora me tocaría dar una clase magistral. Pero sólo soy un cantor popular que, para colmo, siempre ha tenido claro que practica un oficio que no suele enseñarse, una profesión sin cátedra. Aunque esto es rigurosamente cierto, para ser más justo debería agregar que existen al menos regiones de la vida que nos enseñan. La escuela de un cantor puede comenzar en las tonadas con que nos duermen las abuelas y con las melodías que escuchamos salir de la cocina mientras nuestra infancia corretea. Son lecciones todo lo que acontece en los hogares, si es que nacemos con la fortuna de un techo, y escuelas son las calles, las ciudades, los dioses y los héroes que nos esperan cuando abrimos los ojos, como queriendo sellar nuestra suerte.

Hay muchas formas de cantar y todas parecen necesarias, o al menos tienen sus profetas. Dicen que cada manera está determinada por cierta zona de los gustos. Pero cantar también es una lucrativa carrera y por eso es parte de la llamada industria del entretenimiento. Uno de los fines de esta curiosa forma de producción es fomentar y expandir una música que nos distraiga en las horas llamadas libres. Para eso fabrican sus canciones y ritmos, que suelen ofertar cuerpos maravillosos y rostros inolvidables. Debo admitir que yo también admiro la simpatía y la destreza de esos cuerpos y que mis pies, que no piensan, pueden marcar compases repetitivos. Pero mi entendimiento rechaza la fábrica que intenta adicionarme a lo vacío. Presto atención, sin embargo, a todo el que se toma en serio su trabajo y trata de hacerlo bien, aún si es un asalariado de la industria del entretenimiento. Lamento si su entorno no le permite otra forma de supervivencia que ponerse al servicio de la compraventa. Pero conozco a otros que han desafiado ese destino y asumen los riesgos de su libertad. A esos que no ceden al facilismo domesticado son a los que identifico como familia. Y es que las melodías que tarareaba mi madre, los sones que bailé en mi juventud, los himnos que aprendí en mi adolescencia y, en fin, la adoración a la canción en mi país, me hicieron asumir mi oficio como necesidad, y no he tenido más remedio que cantar como una aspiración cultural.

También tuve la suerte de tener algunas ideas sobre mundo, antes de sentir el impulso, la necesidad de cantarlo. Recibí lecciones de mi propio país, cuando en 1961 se realizó la campaña de alfabetización a la que nos sumamos 100,000 estudiantes secundarios. A los 14 años me separé de mi familia por primera vez para subir montañas y sumergirme en ciénagas, para recorrer distantes parajes enseñando a leer y a escribir, y a la vez para aprender la estremecedora lección de los que habían sido olvidados. Pero más que sin analfabetos, inaugurábamos un país de mujeres y hombres que, con el apetito del saber abierto, seguían estudiando. Fue entonces que nuestras escuelas y universidades empezaron a crecer y a multiplicarse. Por eso en 1967, cuando empecé a mostrar mis canciones, nuestros niveles de escolaridad iban en franco desarrollo. Haber sido soldado de aquella primera gesta que como lema llevaba un pensamiento de José Martí: “Ser cultos para ser libres”, y cuya bandera era el saber sin discriminación, me hizo pensar que a partir de entonces ya nada sería igual en Cuba, ni siquiera las canciones.

Una transformación esencial estaba ocurriendo: la práctica humanista nos mejoraba como gentes y aquella mejora hechizó cualesquiera que fueran los propósitos de cada cual. Cuando yo me puse a hacer canciones la ética y la estética ya eran compañeras. El arte, como parte de la vanguardia espiritual, pensaba yo, debía esforzarse por estar a la altura de la nueva realidad. Un poco antes Alejo Carpentier había inaugurado la Editora Nacional de Cuba y la literatura empezó a circular a precios populares; el Universo rechazaba la guerra contra Viet-Nam; Casa de las Américas hizó el Primer Encuentro de la Canción Protesta; eran los años del boom literario, del Novo Cinema y del Nuevo Cine Latinoamericanos. Varios compañeros de generación vivíamos lo mismo, habíamos llegado a conclusiones parecidas y poco a poco nos fuimos encontrando. Nuestras canciones, en un inicio aisladas por la soledad, empezaron a manifestarse como una corriente juvenil que primero fue identificada como “trova moderna” o como “trova joven”, hasta que fue llamada “nueva trova”.

La nueva trova nunca fue un movimiento estéticamente homogéneo y mucho menos pretendió fundar un estilo musical. Lo primero que nos cohesionó fue tener, más o menos, la misma edad y el momento social que vivía Cuba, con el que nos identificábamos. Vivir al lado de un país tan grande y con medios tan poderosos nos mostraba que era necesario conocer y reproducir nuestras melodías de antaño, para que las canciones por venir no olvidaran sus orígenes. Pero lo novedoso es como un pie forzado para las nuevas generaciones, que siempre llegan con la lógica aspiración de una voz propia. Quizá por eso la ruptura llamaba tanto mi atención. Nos tocaba ser jóvenes en un tiempo que también era joven y nuestra sociedad cambiante nos exigía tanto, que respondíamos con una dolorosa honestidad. Creo que ese desgarramiento fue la médula de nuestra aporte. En definitiva ¿a qué se le puede dar crédito en este mundo sino a lo que desafía los abismos?

He leído muchas veces que el compromiso con las aspiraciones de cada tiempo histórico suele ser sustancial para la expresión artística. Pero esta verdad natural no se puede interpretar como una directriz, porque corremos el riesgo de convertir la realidad en su propia caricatura. Lo programático se muerde la cola, por eso, antes que nada, el arte tiene que ser honesto. Cuando alguien le preguntó cómo pensaba que debía ser una canción, José Antonio Méndez, autor boleros eternos como “La Gloria Eres Tú”, con la noble sonrisa que lo caracterizaba respondió: Sincera. La canción debe ser siempre sincera.

Cantar es un arte antiguo y extendido por nuestra diversa geografía. Posiblemente no exista actividad de nuestros pueblos que no esté reflejada en alguna canción. Queda mucho por saber de nuestros cantos y ese conocimiento nos ayudará a saber más de nosotros mismos. El compromiso con el amor y con la belleza, con lo real y con lo imaginado, y sin dudas con el reclamo de justicia social que signa nuestra historia, son esencias de la canción Latinoamericana. Esa suma de virtudes es la que la mantiene viva y digna. Por eso quiero terminar dando gracias a todos los cantores que esperan por la simple mención que los salve del anonimato y que han sido y son paradigmas de nuestras certezas.

Gracias, hermanas y hermanos del Perú, país de cultura dorada, pueblo generoso que atesora sabiduría, canciones y ejemplos dignos de amor y respeto, como el del joven poeta inmolado, Javier Heraud. Gracias, hermano Hildebrando Pérez Grande; gracias, Escuela de Literatura; gracias a este insigne centro Mayor de estudios, Universal al punto de premiar a un trovador. Por supuesto que interpreto este gesto como un abrazo de pueblo a pueblo. Lo acepto en nombre de maestros como Sindo Garay y Teresita Fernández, de la trova cubana de todos los tiempos, de mi aguerrida generación y muy especialmente en nombre de Noel Nicola, hermano que hace poco se nos fue, pero que antes nos dejó ejemplares versiones cantadas de la inmortal poesía de César Vallejo.


Muchas Gracias.

viernes, febrero 23, 2007

Para hablar bien. Dime de qué pie cojeas...

Para hablar bien. Dime de qué pie cojeas...

por Karla Bernal Aguilar

Algarabía


Todo parece indicar que, pues sí, necesitamos bastones para hablar… ¿Bastones o muletas? Porque, bueno, esto de comunicarnos... ¿Cómo le explico?... Parece como de lo más sencillo, pero es como muy complicado, ¿a poco no?

Y, ¿de qué hablamos? Pues de las muletillas, o sea, de las palabras y frases que invaden como plaga nuestros discursos. Y mire que hay muchas: desde el inevitable y omnipresente «este… este» hasta el no menos abundante «bueno». De hecho, y siendo honestos, todos usamos «de menos» una que, quiera que no, nos saca del atolladero cada vez que nuestra mente se queda en blanco y nuestra lengua se sigue de largo. Sin embargo, el verdadero meollo del asunto es cuando las muletillas dejan de servir de apoyo y se convierten en la sustancia de la conversación, por lo que uno ya no sabe si el orador ha dominado su uso en el lenguaje o son más bien las muletillas las que lo han dominado a él, dando paso a lo que se conoce como «cantinfleo». Un muy buen ejemplo lo tenemos en la película Águila o sol (1937), en la escena en que el instituidor de este término, Cantinflas —como Polito Sol—, explica a Manuel Medel —como Carmelo Águila— por qué le contestó a un juez lo que le contestó: «Porque el juez, hombre, me preguntó. Muy bien, si el juez está ahí y usted como hombre, entonces, ¡vamos!, que ya porque es juez y uno lo que es... ¡y muy bien que es!».

Así, como Cantinflas, tenemos una serie de personajes que se dan a conocer por la forma en que cojean —o utilizan su muletilla favorita— al hablar. ¿Ejemplos? Aquí le van.

Primero, por supuesto, el soberbio, que cree firmemente que de su boca sólo brotan complejas parábolas y profundos silogismos —o que quien le escucha tiene serios problemas de comprensión—: «Porque… ¿Cómo te explico? Lo importante no sólo es que hagas el trabajo, ¿me entiendes?, sino que lo hagas bien. ¿Sí me explico? Porque este proyecto es muy importante… ¿estás de acuerdo?».

También está el que es un «tentalón»: «Entonces, que coge y que me grita, y yo que agarro y que me quedo callada, porque realmente no quería discutir»; o el que dice y no dice: «Que me dice: “¡No!”, y que le digo: “¡Pues sí!”, y que me dice: “¡Pues como quieras!”» —porque, digo, uno tiene su propia personalidad, ¿no?—. Y no podemos dejar atrás al que «güeyea» a todo el mundo: «No, güey, y que el rata me apaña y me pone la pistola en la jeta, güey, y que me dice: “¡Que aflojes la lana, güey!”, y que le digo: “No, güey, aguanta, güey, que no traigo lana, güey”, y que me grita: “¡No me digas güey, que te mato!”, güey; y que le digo, güey: “No, güey, no me mates, güey. Ya no te digo güey, güey, pero no me mates, güey”, y que se enoja más, güey, pero es que no podía dejar de decirle güey, güey».

¿Lo ve, güey?… ¡Perdón, querido lector!, es que esto es contagioso. Pero lo peor es que ahí no para la cosa, porque, o sea, las muletillas aparecen por doquier: en la exposición del locutor: «Estamos en lo que es, por así decir, la entrada al Congreso de la Unión»; en la de la niña bien: «¡¿Nooo?! ¿Me juras que te dijo eso y shalalá, shalalá?»; en la de aquella que sustituye su escaso léxico con expresiones armadas: «Y yo así de... [expresión facial indescifrable]. O sea, ¿cómo?… Ni cómo ayudarle, es un x en la vida, está en el hoyo…»; y hasta en la del profesor, quien, por cierto, a veces pareciera que articula muletillas sólo para su propio balconeo y diversión de sus pupilos, pues mientras en su versión ochentera él expresa sale para decir «de acuerdo», su alumno declara: «va que va», en su versión más moderna. ¡Qué tal! Porque las muletillas también son de época y se ponen de moda, ¿que no?

Pero seamos honestos, hablar con el apoyo de muletillas, aunque esté de moda, no es lo mejor, porque su abuso le quita sabor, el verdadero sabor, a lo que quiere decir. Por ello le proponemos que se olvide de ellas y hable limpiamente; no vaya a ser que en una de ésas se encuentre con el que, para descubrir sus demonios, le diga: «Dime de qué pie cojeas... y te diré qué muletilla usas».

Pues bien, por si no le ha quedado claro, aquí le damos una lista muuuy larga, pero para nada exhaustiva, de las muletillas más comunes, a ver en cuál se encuentra usted:

Pues es de que...

Por eso te digo...

¿Cómo se llama?...

¿Me explico?

...¿ok?

¿Cómo te explico / digo / ayudo?

Me dice y le digo...

...y así...

Y esto...

Sí, mire...

Lo que pasa...

Pero, bueno...

Mira...

...¿verdad?

Pues...

...o sea...

En definitiva...

...por así decir...

...y tipo...

...etcétera...

Básicamente...

Te ando diciendo...

Me anda diciendo...

¡Qué onda!

Y me sale con esto...

Lo que pasa es que...

Queda claro...

No sé si quiera...

Más que nada...

Correcto, correcto, correcto.

Valga la expresión / valga la comparación.

...¿estamos?

De cierta manera...

...ajá.

Oyesss...

...¿o qué?

...¿eh?

...es decir...

...no sé...

De pronto...

...digo yo.

...es como...

...shalalá... / ...bla bla bla...

Yo, principalmente...

«La» Mónica

...y luego... y luego...

...tipo «tal cosa»

Ojalá y...

Por eso te digo...

Si te pones a ver...

...¡gracias!

Agarra y... / cogió y...

...y demás...

Va y...

Como le decía...

Bueno, pues...

...por así decir

Si se me permite la expresión...

Finalmente...

...por ejemplo...

Evidentemente...

...porque...

Bueno, no sé, yo...

...y yo así...

Le traemos...

Más que nada...

«Este» Nacho

Aluego...

Y entonces...


Las barras de Monterrey y Tigres también son belicosas

Han imitado a la Ultratuza, del Pachuca, con cabecillas importados de Sudamérica

Las barras de Monterrey y Tigres también son belicosas

Los Tuzos quieren sacudirse el estigma y ante el América presentarán un nuevo grupo de animación

Las porras no se sienten desplazadas; piden rescatar resultados de congresos anteriores

MARLENE SANTOS ALEJO /III , ULTIMA


Las hinchadas del Monterrey y Tigres casi igualan en belicosidad a las de Pumas y América, mientras las del Atlas y Chivas luchan por no rezagarse.

En 1994 Andrés Fassi, directivo del Pachuca, creó la barra Ultratuza con apenas un puñado de aficionados, pero con tres cabecillas importados de Costa Rica, Colombia y Argentina. Jamás imaginó la trascendencia de su decisión.

No sólo fueron secundados por los aficionados de los equipos capitalinos, sino que también en Nuevo León y Jalisco, dos de las entidades más importantes en economía y población, fueron imitados.

Ahora los Tuzos se esfuerzan por sacudirse el estigma y anuncian "una nueva modalidad de grupo de animación" que será presentada el 3 de marzo, en el partido contra América.

El 24 de abril de 2004 gente de Libres y Locos de Tigres, y de la Barra 51 de los Zorros, se trenzaron a golpes en el estadio Jalisco. El saldo fue de decenas de heridos y detenidos.

La directiva del cuadro de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) envió a Guadalajara en un autobús a los familiares de los detenidos, mientras el presidente municipal de Monterrey, Ricardo Canavati, no dudó en pagar la fianza.

Libres y Locos tiene lo suyo

La barra de los Rayados, a la que líderes de otros grupos de animación acusan de ser "la única con la que no se puede hablar" y de "creerse la número uno", cuya principal característica es que cuenta entre sus agremiados con "muchos argentinos" -sostiene un elemento de la Rebel-, también acumula episodios.

El 27 de mayo del mismo año, La Adicción y Libres y Locos, barras regias antagónicas, convirtieron en batalla campal un concierto del grupo argentino Los Auténticos Decadentes.

Al siguiente mes tuvieron otra riña en un partido entre los equipos juveniles de ambos cuadros en el estadio Tecnológico. Hubo casi una decena de policías heridos.

La más reciente bronca ocurrió en la tribuna general del Tec, en un juego Monterrey-Chivas, con saldo de un policía herido y cinco detenidos.

El Atlas, en la final del torneo Invierno 99, acarició el título como nunca antes en medio siglo, pero el Toluca ganó.

La revista Proceso reportó la bronca escenificada entre la Perra Brava y Barra 51 en la esquina de Fidel Velázquez y Sierra Leona, cerca del estadio Jalisco. "Se habló de un muerto y varios heridos".

Los sitios de Internet de cada club reservan un espacio para sus seguidores, pero la gran mayoría ha sido utilizado para intercambiar insultos, burlas y hasta amenazas de muerte.

Las porras, deslucidas y obsoletas

Los líderes de las barras y hasta algunas porras rechazan categóricos a Arturo Ortiz, titular de la Asociación de Porras.

"Este señor no puede ir a la FMF para hablar en nombre de todos los grupos de animación. El lo que quiere es hacer presencia a ver si le regalan un viaje a la Copa América o le dan dinero para que organice un Congreso", acusó Erick Zanabria, de Ritual.

Rubén Fragoso, del Atlante, criticó: "Televisa ya hizo su congresito con las porras, invitó al Gordo Ordóñez y yo digo, ¿y él qué sabe de esto? ¡Cómo es posible que le den tanta tribuna!, ese tipo le iba al Necaxa y cambió al Cruz Azul, es gente que no siente los colores, que vive del futbol y está en la nómina de su club.

"Esto -señala su pliego petitorio- es una propuesta de diálogo y vamos a ver qué tan flexible es la federación. Nosotros queremos alinearnos, pero también dar nuestros puntos de vista...

"Considero que lo están manejando de manera errónea. Tal vez entre las barras haya gente no muy aceptable, pero no puedes impedir a alguien que estuvo preso pisar un estadio. Están reprimiendo", acusó.

"No es que el siquitibum haya muerto, pero de que es obsoleto, ¡es un hecho! Cuando un jugador anota o hay una gran jugada, no se dirige al que gritó siquitibum, ¡va con la hinchada, con la barra! Federico Vilar (portero) y otros jugadores nos ha dicho que no están de acuerdo con las medidas", puntualizó Fragoso.

Gustavo León, de la porra Amigos, comentó: "No nos sentimos desplazados (por las barras), pero nosotros tuvimos la culpa de ir a hacer al estadio siempre lo mismo. No salíamos del siquitibum, las goyas o los gritos con el sobrenombre del equipo que fuera. Las barras se encontraron con la mesa puesta".

Propuestas empolvadas

León sugiere a Justino Compeán, director del estadio Azteca cuando ocurrió el pleito América-Sao Caetano y actual titular de la FMF, revisar los resultados de congresos anteriores, pues aclara que todas las propuestas dadas a conocer por Decio de María están trabajadas desde hace mucho, a lo largo de diversos reuniones.

Las porras tampoco aceptan que se les prohíba acompañar a sus equipos en condición de visitantes, ni que se les impida la exhibición de telones. Así le llaman a las gigantescas mantas que en una tribuna van plegando hacia arriba o abajo, como lo hace la Perra Brava con la que lleva logos del PRI.

"En el América tenemos dos telones. Yo tengo uno y Seguridad Pública no está de acuerdo. Dice cosas absurdas porque se baja y enrolla máximo en un minuto. Apenas se sacude medio minuto, pero señala que abajo en ese lapso puede haber una violación, robos o que alguien va a fumar mariguana.

"Ellos están muy metidos en los estadios desde hace dos años y son los primeros que agreden.

"He estado presente en todos los congresos. El primero fue el 16 de noviembre de 2000 en Guadalajara, en las instalaciones del Atlas.

"Todavía en 2005 hubo reuniones con diputados de la comisión del Deporte de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), pero después Alberto de la Torre vio cerca el Mundial y se olvidó del tema. Sin embargo, los puntos para erradicar la violencia ya están trabajados", recalcó León.

Sensación de poder

Un ex líder de La Monumental confesó: "Ya no traigo el cabello largo. También dejé las bermudas y hasta he pensado en borrarme un tatuaje... Pero a veces extraño todo aquello porque estando ahí te llega de todo: drogas, alcohol, te llueven las chavas, viajes, fiestas, dinero.

"Cuando caminaba entre la banda escuchaba que decían ahí va El Ray -mote inventado, pidió omitir el real- y me sentía chingón... Se maneja mucho poder y ego. Es un ambiente que te atrapa."

En el texto leído por Miguel Cancio, en junio de 2002, durante la VII Semana de Psicología en la Universidad Santiago de Compostela, España, se abordó el tema de la violencia en el futbol.

Ante el cuestionamiento de qué la genera, Cancio lo achacó "al permisivismo dominante social e institucional hacia las diferentes formas de gamberrismo e incivismo" y expuso la existencia de una "guerra futbolística-mediática que se desenvuelve en múltiples frentes, en la que grupos de hinchas disputan su propia liga y roban protagonismo a los jugadores".

Puntualiza que en ocasiones "algunos jugadores, técnicos, directivos, presidentes, federativos, árbitros y otros agentes vinculados al balompié contribuyen a alimentar material y espiritualmente la violencia futbolística".

Esa agresión "sirve como pretexto para la búsqueda de placer y espacios de impunidad, de desquitarse, resarcirse, descargarse, desfogarse, de hacer pagar a otros los malos rollos, los traumas, las frustraciones.

"Para sustituir el tiempo gris, aburrido, rutinario, asfixiado, encadenado, atado, controlado, atormentado y sin alicientes por un tiempo multicolor, de alucine, excitación a tope, desahogo y descontrol (...) asumiendo el papel de machos guerreros debidamente pertrechados.

"Cargados del sentido del orgullo, del honor, de afirmación, de fuerza, provocación y poderío, de identidad de la banda cuya violencia puede verse patológicamente reforzada, multiplicada e inclusive obligada por el grupo, el ambiente (...).

"Significa también pasar del anonimato, de no existir a ser los protagonistas máximos."

Para el sicólogo Octavio Rivas las barras involucran a gente con menor estructura de valores, personas a las que les cuesta mucho relacionarse con aspectos, situaciones o sentimientos firmes y duraderos.

"Son sociopatías que convierten al tímido en audaz en medio de la impunidad de una masa", explica. En entrevista telefónica recordó su participación en tres congresos de porras, pero lamentó que pocas conclusiones se llevaran a cabo.

Y concluye: "Mientras no haya un compromiso social, firmado, con especialistas del comportamiento, ¡pero serio!, y que la prensa pueda supervisar, probablemente no exista manera de hacer un combate serio contra la violencia".

ICONOS TEPITEÑOS

Demolerán inmuebles expropiados para construir centro comunitario

Los trabajos en Tepito comienzan este viernes

Proporcionará servicios educativos y de salud

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, informó que este viernes se iniciarán los trabajos de demolición en lo que fue el conjunto habitacional de los predios expropiados en el barrio de Tepito, para adecuarlo a los servicios de guardería, educación y salud.

El secretario de Educación Pública del Distrito Federal, Axel Didriksson, señaló por su parte que el centro educativo comunitario que se instalará en el lugar contará con una unidad de bachillerato a distancia y será un modelo, el cual se buscará reproducir en otros espacios de la ciudad, incluso a solicitud de las mismas delegaciones políticas.

En entrevista, al concluir la instalación del Consejo de Fomento y Desarrollo Cultural de la Ciudad de México y la presentación de las líneas estratégicas y programas específicos 2007 de la Secretaría de Cultura, en el Museo Indianillas, en la colonia Doctores, el mandatario capitalino anunció que el inmueble comenzará a demolerse hoy, contra la idea original que expuso la semana pasada el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (seduvi), Arturo Aispuro Coronel, de elaborar un proyecto arquitectónico que aprovechara la estructura construida.

Por su parte, Didriksson señaló que la capacidad del centro educativo, con los talleres, cursos extracurriculares, una escuela de idiomas y la unidad de bachillerato a distancia que se establecerá con el convenio que suscribió la semana pasada el gobierno de la ciudad con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), podría ser de hasta 500 personas por día.

Explicó que el lugar no se limitará a actividades docentes, sino que contará con espacios culturales y recreativos para exhibir cine y teatro; espacios lúdicos, cursos de derechos humanos y gobernabilidad, informática e incluso actividades culinarias, "es decir, un conjunto de talleres recreativos pero de alto nivel en la percepción de la gente, que les permita desarrollar mayores capacidades para su vida cotidiana".

En el caso de los cursos extracurriculares, explicó que no se trata de que estudiantes rezagados concluyan sus estudios de preparatoria o secundaria, sino para que los estudiantes puedan desarrollar sus capacidades y sus conocimientos.

Se trata de una "estructura abierta y flexible", añadió, un centro educativo comunitario "que va a ser un centro modelo a partir del cual vamos a poder reproducir este tipo de espacios, mucho más abiertos, en otras delegaciones, en otros lugares, incluso a solicitud, a partir de nuestra concepción de que los espacios públicos deben ser parte de una ciudad educadora", apuntó.

El funcionario señaló que se está trabajando con la Seduvi en el diseño de las instalaciones y los trabajos de remodelación que será necesario realizar, a fin de que sea un espacio digno y creativo, el cual será sólo uno de los servicios del proyecto integral, el cual contempla también una guardería y un centro de salud con un área de desintoxicación y de atención de personas adultas mayores.

jueves, febrero 22, 2007

Cartones

El estilo de gobernar · Hernández

Soy un escritor nuevo tras una espera de 16 años: Senel Paz


''Padecí especie de embrujo'', expresa el autor del guión de Fresa y chocolate

Desde 1991, cuando publicó El lobo, el bosque y el hombre nuevo (adaptada al cine como Fresa y chocolate), Senel Paz no había escrito otra obra. ''En el 2000 hice lo que he llamado darme 'un baño de egoísmo', es decir, explicarme a mí mismo, y retomar aquella novela perdida, como quien la escribe por primera vez'' FOTO Arturo García Hernández

  • El cubano habla a La Jornada sobre En el cielo con diamantes, su reciente obra
  • ''Uno crea en libertad frente a la imaginación, sin pensar en el público''
  • ''La presencia de Elena Poniatowska en la isla trajo regocijo y rencuentros''

miércoles, febrero 21, 2007

correré la misma suerte de Cuba

Silvio Rodríguez: correré la misma suerte de Cuba
Lima, 21 feb (PL) El cantautor cubano Silvio Rodríguez dijo hoy en la capital peruana que, en caso de una invasión norteamericana a Cuba, empuñará un fusil para defender a su Patria y correrá la suerte de la isla.
En una conferencia de prensa, el trovador dejó en claro que sus convicciones están intactas, al volver a Perú tras 21 años de ausencia, en un retorno motivado por el aprecio de los peruanos por sus canciones, según dijo.
Sobrio y sencillo, Silvio respondió con amabilidad toda clase de preguntas de los reporteros que llenaban un salón del hotel donde se aloja desde ayer.
Consultado sobre la preservación, a los 60 años, de sus posiciones políticas juveniles, dijo que vivir en Cuba "es una forma de dar testimonio físico de su compromiso" y evidencia la decisión de "correr la suerte que corra Cuba".
Más adelante señaló que, en la eventualidad de que Estados Unidos invada Cuba y sin ánimo de ser un héroe, agarraría un fusil y defendería su tierra, como cualquier cubano, sin que ello implique un gesto de grandeza o de exaltación.
Sobre el modelo político cubano, dijo que puede modificarse para mejorar y para perfeccionar el socialismo, no para regresar al pasado.
Rodríguez opinó que el pensamiento político debe adecuarse a un mundo que cambia constantemente, pero los principios éticos y humanos, como el derecho y la igualdad, deben ser los mismos, contexto en el cual Cuba y el mundo deben abrirse al progreso.
Añadió que los cubanos no van a volver atrás, mejorarán su forma de gobierno, pero no volverán a ser un país dependiente "ni una neocolonia del imperio que nos desprecia".
Sobre la situación latinoamericana, comentó que tiene una realidad más esperanzadora, en la que surgen, poco a poco, autoridades que defienden los intereses de sus países.
Manifestó que tiene buena opinión de los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador y anotó que hay en la región otras administraciones, no tan avanzadas, pero donde Washington ya no tiene la última palabra.
Mencionó a Argentina, Brasil y Uruguay como naciones con gobiernos que hacen respetar a sus pueblos y tienen una manera propia de gobernar y de relacionarse con el mundo.
Sobre los elementos que tomaría para componer alguna vez una canción sobre Perú, mencionó a los poetas César Vallejo y al guerrillero Javier Heraud, quien cayó combatiendo por la dignidad de los humildes cuando era casi un adolescente.
Para el legendario trovador cubano, la diferencia entre el Silvio joven y el actual es mucha desde el punto de vista de los años, pero el humanismo y la ética son semejantes y la consecuencia con los principios se mantiene igual "y espero que mejore".
Silvio evocó también sus inicios, cuando comenzó a cantar de forma natural y a partir de su relación con su país y su realidad, sin escoger una manera de hacerlo, sino cantando como veía las cosas o, más bien, como querían que fueran.
Esa forma de cantar tiene para el trovador vigencia en un mundo en el que la gente sigue amando, viviendo sus contradicciones, frente a la injusticia y las guerras y en el que hay pueblos que defienden sus derechos frente a gobiernos opresores y hegemónicos.
En la misma conferencia de prensa, el poeta Hildebrando Pérez anunció al huésped que la Universidad Mayor de San Marcos, la más antigua de América, ha decidido otorgarle el título de Doctor Honoris Causa.

La FMF, hipócrita en el tema de la violencia, afirma Fragoso

Debería empezar por prohibir la venta de alcohol en los estadios, señala el líder de Barra Radical


Te embrutecen con cerveza, pero no la quitan porque es el negocio, asegura

Ser hincha no es delito, claman dirigentes de porras

Líderes de La Monumental ganan hasta 300 mil pesos en juegos importantes

MARLENE SANTOS ALEJO/ I

"La federación (Mexicana de Futbol) es hipócrita" en el tema de la violencia, señaló Rubén Fragoso, líder de la barra atlantista Radicales.

"Si en verdad quisiera eliminar de tajo las agresiones y aplicar medidas drásticas empezaría por prohibir la venta de alcohol, porque adentro te embrutecen con cerveza a granel ¿y por qué no la quitan? ¡Es el negocio!", exclama.

El secretario de la FMF, Decio de María, parece haber optado por la ley del garrote al presentar el pasado 16 de febrero a Gabriel Regino, ex subsecretario de Seguridad Pública del DF, como "asesor" en la comisión respectiva para combatir la violencia.

Sin embargo, los líderes de las barras acusaron a la policía de ser responsable en 50 por ciento de los desmanes en los graderíos.

Ese mismo día, cuando la noche empezaba a caer, llegaron los cabecillas de diversas barras capitalinas. La cita fue en el Monumento a la Revolución: Sangre Azul, Orgullo Azul y Oro -mejor conocida como La Rebel-, La Legión 1908 y Ritual del Kaoz. En total una treintena de jóvenes, todos con el fervoroso lema: "Ser hincha no es delito".

Todo tipo de looks

Algunos de estilo cholo, con piercings incrustados en las cejas, en las aletillas de la nariz y en la boca, gel para erizar los cabellos, casi todos con alguna prenda -la playera, la cachucha, una pulsera de hilo- con los colores de su equipo, lentes oscuros a pesar de la noche.

Mientras unos beben cerveza en pleno relajo, otros, con cierto aire intelectual, afinan detalles.

Fragoso agregó: "las autoridades se van a los extremos; o te mandan gente de Grupo Lobo que no sabe manejar situaciones graves o a la policía que te llega a punta de toletazos, y pues la banda va a responder. Un toletazo te lo va a devolver, no se quedará con él. Nos tratan como animales y así provocan 50 por ciento de la violencia", advierte.

Luego de las medidas dadas a conocer por la FMF en Phoenix y que restringen principalmente a los grupos de animación, Fragoso sentencia: "Se necesita llamar a las barras al diálogo, a un congreso anual, porque si llamas a la Ultra, Amigos o la Tito Tepito, pues ¡todo esto se pudre! A las porras las respeto, pero ellos no entienden nuestra manera de ser".

Y subraya: "La diferencia entre porras y barras es que las segundas vivimos para el futbol; las otras, del futbol".

Un miembro de la Monumental del América, grupo excluido de esta reunión -"por su alto grado de corrupción y nexos con la directiva"-, dijo aparte en entrevista telefónica:

"Las barras no van a desaparecer. Le ponen sabor a un partido, color a las gradas, amor al equipo... Es un latido en el estadio. Estoy en contra de que ya no dejen pasar trapos, tambores, bombos... El futbol es amor, pasión, cantar, gritar...

"Si quieren matar a las barras lo único que van a provocar es nuestra unión y que hagamos algo histórico."

Pumas, en comunión con Ferretti

Oscar Chiquis Gómez, de la Rebel, reprochó el estigma que pesa sobre estos grupos de animación y reprueba la prohibición de exhibir mantas:

"Nos afecta porque estamos acostumbrados a dar color y alegría al estadio. Nuestro equipo representa a la universidad más importante de América Latina (UNAM) y nos duele verlo sin banderas.

La actitud de los hinchas del conjunto auriazul intenta ser discreta, pero en voz baja critican a TvAzteca por haber dado tanta difusión a los videos donde se pudo observar a su gente haciendo destrozos en el estadio Hidalgo y en el Luis Pirata Fuente.

Una especie de válvula moderadora ha resultado el técnico del equipo del Pedregal, Ricardo Ferretti, quien aboga por los derechos de los hinchas. Pide se les facilite su labor de animación, pero exige erradicar a los rijosos.

A la cita se esperaba la asistencia de Salvador Reyes El Nariz, líder de la Rebel, quien realizó un par de viajes a Buenos Aires con el fin de recibir adiestramiento de otras barras.

El Nariz ha vivido muy de cerca la tragedia y los privilegios inherentes a un líder de hinchada. En mayo de 2004, cuando Pumas visitó a Tecos en Zapopan, él optó por viajar en su auto particular y sufrió un accidente en carretera.

Ahí murieron dos de sus camaradas, El Che y Julia. El tuvo que ser operado de la pierna izquierda.

Otro informante comentó: "El Nariz y El Samuel (de Libres y Locos, de Tigres) no confían en los líderes de La Monumental y Disturbio porque son gente que está por el bisne, y como aquí se trata de códigos internos, sentimos que ellos los van a distorsionar".

Hasta 300 mil pesos por juego

Gente salida de La Monumental, e inclusive que está dentro de esa barra y solicitó el anonimato, acusó a Isaías Reyes, responsable de organizar a las porras y barras del América, quien tiene oficinas y recibe un sueldo en ese club, de haber orquestado una mafia en torno a La Monu y Disturbio.

"Isaías llegó hace tres, cuatro años. Creo que trabajaba en la delegación Tlalpan. Algunos nos tuvimos que separar porque nos segregó.

"Dijo que el nombre de La Monumental era del América y puso de líder a Miguel El Chivo, a quien yo no conocía; ¡ni americanista era ese Chivo!, pero Isaías dijo: 'Es el nuevo líder' -desplazó a Arturo Quintero-, entonces varios nos salimos.

"El Chivo sabe hacer negocios. En partidos buenos como un América-Chivas, Aguilas-Pumas, contra Cruz Azul o Toluca ganan como 200 o 300 mil pesos, porque en ese tipo de juegos Disturbio y La Monumental juntan a unas 5 mil personas y a cada una le cobran 50 pesos, ¡imagínate!...

"En un partido discreto, con un gremio base de 2 mil 500, sacan al menos unos 40 mil pesos.

"Cuando llegaron El Chivo y sus cuates traían un coche equis, pero ahora ya tienen dos, tres camionetas. Traen una Tom Country 2006 y ¿adivina quién se la vendió?: Cuauhtémoc Blanco...

"A ellos les regalan aparte 300 boletos por partido, se supone que las cortesías son para la gente de los barrios que menos recursos tiene, pero las venden a 50 pesos."

Y asevera: "La credencialización más que para llevar un control, sirve para el negocio. Los líderes las venden en 30 pesos, pero cuando es buen juego o de liguilla, las dan al doble o triple.

"A veces, en algunos partidos en el interior del país el club hacen su habitual apartado de boletos, unos 300, pero, por ejemplo, a Chiapas la otra vez nada más fue uno de la barra únicamente para revender el apartado y poner el trapo de La Monumental. En provincia el América siempre genera buena reventa".

Un integrante de Ritual del Kaoz, grupo no reconocido y sin credenciales, asegura que pagan siempre sus entradas. Precisó: "Isaías nos vende los boletos de cortesía, ora sí que es nuestro revendedor. El quiere sacar provecho de ellas".

Manifestó que la idea de eliminar a porras y barras y formar La Nación Azulcrema fue una puntada de Javier Pérez Teuffer, ex presidente del club, para salir al paso de la polémica suscitada por la bronca entre americanistas, sus huestes y el equipo brasileño Sao Caetano, en mayo de 2004, en la Copa Libertadores.

También los líderes de las porras familiares cobran cuotas que van desde 30 pesos por partido a sus agremiados. Algunos solicitan extras para gastos de representación, elaboración de mantas y playeras.

martes, febrero 20, 2007

Ecos del concierto de Fernando Delgadillo

Fotos del Concierto de Fernando Delgadillo en el Teatro de la Ciudad. ... y en las percusiones: El Pájaro. Tambien participaron los hermanos Duarte, entre otros.


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Rayados vs Necaxa

Agónico empate a 2. Con un gol inexistente y un dudoso penal, rayados parecia por fin le daria una satisfacción a su afligida afición. Pero oh decepción!, Necaxa vino de atras, con un hombre menos, sin delanteros y con puro corazon empataron el partido de forma espectacular.

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Cenas

Cena en el Quinta Real, cortesía de la Parroquia La Natividad del Señor AR
Cena en restaurant italiano en Puerta del Sol Posted by Picasa

lunes, febrero 19, 2007

Cuando miro mi vida

Cuando miro mi vida

EDICION: Manuel González Bello | La Habana

"Supongo que he tenido todas las tentaciones, las de Cristo y las de Silvio Rodríguez. Pero si uno no tuviera tentaciones sería fácil, no existiría el mérito. El mérito es el triunfo del espíritu sobre las tentaciones."
Fragmentos de conversaciones con el cantautor, especial para este número


Por mucho que haya querido escapar a las trampas de la fama, Silvio Rodríguez no ha podido lograrlo. Unos, la mayoría, hablan de sus canciones, ya sea porque lo odien o porque lo quieran; otros, de su persona; un cuestionamiento puede abarcar desde el contenido de un texto hasta si no saludó a alguien como se suponía correcto. Tal vez sea el precio que paga por querer ser él mismo.
Insertado para siempre en la cultura cubana, es la máxima expresión de un movimiento original en la música de la Isla: la Nueva Trova. Música y poesía, cerebro y corazón, ideas y sentimientos, forman un solo cuerpo en este cantor de la esperanza.
El poeta y narrador uruguayo Mario Benedetti ha dicho de Silvio Rodríguez: "Curiosamente, su voz no es cálida ni grave ni particularmente seductora, sino más bien aguda, de un timbre casi metálico y sin embargo frágil. Al escucharlo, uno llega a temer que en cualquier momento se le quiebre, y ese riesgo ( que en su caso no es deliberadamente buscado sino más bien lo asume como algo irremediable) también forma parte de su extraño atractivo. Con características que en cualquier otro cantante serían anticarismáticas, Silvio funda precisamente su carisma. Quizá el secreto resida en que siempre transmite una gran sinceridad, una honestidad a toda prueba, un no aparentar lo que no es, y, en estos tiempos de famas prefabricadas, de engendros de la machacona y mistificadora publicidad, esa actitud, a la que el público accede sin intermediarios, significa una bocanada de aire fresco en un ámbito, como el del espectáculo, por lo común tan especulativo como artificial."
La Jiribilla ofrece a sus lectores algunas concepciones, reflexiones y criterios de Silvio.

—A pesar de que el público de la radio es más local, y el del Internet es más universal, el tipo de gente que está ahí es muy joven. ¿Pasa algo similar aquí en Cuba? ¿Cómo es tu público aquí?

—Asombrosamente mi público receptor siempre ha sido de jóvenes. Cuando empecé —lógicamente— yo también era un joven, y en la medida en que me han ido pasando los años, es como si ese público se hubiera detenido: yo transcurro y el público no. El público sigue siendo preferentemente un público de entre adolescentes y jóvenes de veintitantos años. Pero eso me pasa en Cuba, eso me pasa en Argentina, en Chile, en España, en Colombia, en todas partes, y para mí es un milagro ¿no? A mí me lo han preguntado: "¿Por qué?". Yo mismo no tengo una respuesta certera, verdadera ¿no? Yo puedo hacer conjeturas como cualquiera, y deduzco que, en primer lugar, que yo he procurado no abandonar la niñez, pero parece también que la niñez de alguna forma ha procurado no abandonarme a mí... y cuando te digo la niñez, te digo la juventud, te digo la adolescencia, te digo esa etapa de la vida en que uno mira asombrado al mundo y se hace preguntas. (...) Yo creo que se debe a eso... se debe a esa condición, que me parece que es más una condición que una actitud; yo pienso que es una característica: hay personas que somos así, hay personas que en eso no cambiamos nunca y yo soy una de ellas, y me tocó hacer canciones y me comunico a partir de esa característica que tengo, y por eso lo que hago le interesa a la gente —como yo— que casi siempre es gente joven.

Se habla de que el período de los finales de los 60 y los 70 estuvo matizado por diversas pugnas y hostilidades hacia los trovadores y su obra. Con algo de mito y varios algo de verdad, usted ha trascendido como uno de los que más sufrió esa hostilidad. ¿Cuáles eran esas fuerzas o personas hostiles a los trovadores? ¿Por qué esa hostilidad si los trovadores, incluso cuando abordaban la crítica, no se manifestaban en un sentido de ruptura u oposición hacia el proceso social cubano?
—Es cierto que hay anécdotas más o menos tristes en nuestro repertorio. Y digo nuestro porque en aquella época, desde que agarrabas una guitarra y decías cualquier cosa que no se entendiera, podías estar en la mirilla. Esa mitología con visos de "leyenda negra" de la que hablas, plantea que entonces éramos políticamente diferentes. Los que se oponen abierta o veladamente a la Revolución lo han repetido para desacreditarnos. Otros también lo han hecho. Lo cierto es que si nosotros protestamos por algo fue justamente porque no había toda la revolución que nos hubiera gustado.

Su forma de vida, de un tiempo a esta parte, ha cambiado, en cuanto a carencias materiales se refiere. ¿Es posible que haya caído en la tentación de acomodarte mentalmente?
—Supongo que he tenido todas las tentaciones, las de Cristo y las de Silvio Rodríguez. Pero si uno no tuviera tentaciones sería fácil, no existiría el mérito. El mérito es el triunfo del espíritu sobre las tentaciones. Pero el hombre tiene memoria, y habrá que ser un desmemoriado, pero no todos los hombres lo son. Si yo estuviera interesado en convertirme en un beneficiario absoluto de mis conquistas, no viviría en Cuba, y he tenido la posibilidad de ganar mucho dinero, pero tengo otras cosas en las que pienso, por las que siento, con las que estoy comprometido,. Yo no puedo echar mi vida por la borda haciendo todo lo que me da la gana, porque carecería de significado todo lo que hasta ahora he vivido, y para mí eso es inconcebible. En los años sesenta, una época tan chocante y tan jodida, varias veces me
sorprendí dándole vueltas a la idea de irme de Cuba, entre otras cosas, porque me botaron. A mí me botaron del país.

—¿Le dijeron que se fuera?

—Me dijeron que no podía trabajar en nada que tuviera que ver con la Revolución. Y cuando protesté ("Pero si aquí la Revolución lo es todo"), con la mejor de las sonrisas me dijeron que lo interpretara como quisiera. Con esas palabras, a mí me botaron de Cuba. Pero ni siquiera en ese momento tan nefasto, la tentación fue irme para cantar y hacerme rico, sino por apartarme de aquellos hombres tan imbéciles, despreciables y absurdos. No me cabe la menor duda de que, aun dentro de Cuba, yo podría vivir muchísimo mejor que como vivo. Y si no lo hago es por vergüenza.

—En esos años difíciles, ¿llegó a hacer canciones para molestar?

—Si... "Debo partirme en dos", por ejemplo, fue una canción hecha para joder, o "Resumen de noticias", una canción muy desgarradora. Yo estaba suspendido por la radio y la televisión, con toda la mitología de un niño malo detrás. Era algo que me dolía muchísimo, que me laceraba realmente.

—De la música cubana que se hace en el exilio de Miami... ¿hay alguna que prefiera, que le guste escuchar?

—Siempre he admirado a Celia Cruz. Me parece una cantante tremenda. Me gusta Gloria Estefan, tiene una voz muy linda y es una mujer hermosa. Willy Chirino es un buen sonero, autor de excelentes canciones, aun cuando en algunos casos yo no coincida con sus contenidos. Y Carlos Gómez, que vive allá, siempre he pensado que es un gran trovador, un fino guitarrista y un hombre de espíritu exquisito.

—En la década 1960 y 1970, usted fue parte de lo que se llamó la canción protesta. ¿Contra qué era la protesta? ¿Por qué dejó de usarse ese término entre los compositores de su generación?
—Es obvio que se nos etiquetó como "protesteros" por aparecer convocados
por el Centro de la Canción Protesta de la Casa de las Américas —conste que gracias a Haydée Santamaría—. En verdad, en ese momento nuestras canciones consideradas "de protesta" se movían más o menos en las temáticas reconocidas: la guerra contra Vietnam, la discriminación racial y el antiimperialismo. Pero a nosotros nunca nos gustó el término de cantores de protesta porque era muy estrecho, porque no reflejaba, en un amplio y más profundo sentido, lo que queríamos, lo que intentábamos y, por supuesto, lo que creíamos hacer. Y esto no era otra cosa que seguir la tradición trovadoresca cubana en su diversidad de formas y contenidos. El término cantores de protesta nos parecía chato, incluso hasta burdo, porque nosotros sentíamos, además, un fuerte compromiso con toda la trova, con la libertad de la poesía y la belleza, y nos parecía que esa aspiración no se podía encasillar, que no tenía límites, que estaba mucho más allá de un slogan circunstancial. Por otra parte, la Casa de las Américas, durante un tiempo, fue casi el único lugar donde podíamos exponer los fuegos iniciales. Allí tuvimos lo que necesita un joven: comprensión y respeto, sentirse atendido y apoyado. Pero nosotros jamás usamos el término de cantores de protesta para autodefinirnos. Siempre hemos dicho que somos, sencillamente, trovadores. O sea que fueron otros los que nos llamaron cantantes de protesta y también fueron otros los que así nos dejaron de llamar.

—Una generación de cubanos vio en su imagen y en sus canciones una respuesta a la oficialidad. ¿Usted se considera ahora parte de la cultura oficial, reconocida?

—Creo que mis canciones, en cierto sentido, siempre han sido una especie de grito —con pocos decibelios, porque la bulla no me gusta—. Creo que todo el que tiene algo que decir, lo hace desde su propia conmoción. Casi todas mis canciones llevan implícita alguna queja y creo que no hubieran podido ser de otra manera. Querer atrapar la vida conlleva una angustia tremenda y estoy seguro de que los que hicieron las pinturas rupestres la sintieron. En mi caso, ser parte de un país y una época como en los que transcurrió mi adolescencia y luego mi adultez (a regañadientes), también fue experiencia poco ordinaria. Aquella etapa, la primera, fue la de darle nombre al mundo. Yo estaba ensimismado entre el asombro y los signos con que dibujarlo. No era fácil, era una realidad vertiginosa, por momentos caótica, y yo llevaba en mí mismo mucho de vértigo y de caos. ¿Qué era "la oficialidad" por entonces sino puros proyectos, tanteos, búsquedas, caídas y puestas en pie? Pero para mí la Revolución no era quienes desacertaban con nosotros, aún cuando errar es humano. Entonces todo lo veía más drásticamente, más contrastado, y para mí la Revolución la representaban los revolucionarios comprensivos, que sí, discutían con nosotros, pero nos escuchaban sin querer taparnos la boca. Aquellos años fueron, en definitiva, los de aprender que la Revolución estaba hecha por hombres y mujeres, y que algunos podían tener defectos —a veces bastante feos—, y que aquello era así porque algunos seres humanos eran así, no porque la Revolución lo fuera. Se dice rápido, pero esa simple ecuación que he formulado a veces hay que aprenderla a sangre y fuego. Sin embargo, ni entonces ni ahora he pensado en "la oficialidad" para hacer o para dejar de hacer. Muchas de las canciones que por algunos fueron vistas como "sospechosas", luego fueron editadas. Personas, de aquí y de allá, que antes me creían de una manera, ahora me creen de otra. Y yo soy el mismo —hasta cierto punto, porque nada es lo mismo ni siquiera de un segundo a otro—. Por último me permito agregarle que eso de cultura "oficial reconocida" es ponerle apellidos a lo que no lo merece: la cultura. Y, sinceramente, yo me siento premiado tan solo porque se me considere como parte de ella, a secas.

—¿Qué papel ha jugado la Revolución en su obra?

—Creo que esta es la pregunta más ardua de todo el cuestionario, porque, cuando trato de ver —suelo ver las ideas antes de ser palabras—, mis ojos se enfrentan a una vastedad, y describir esas dimensiones de pronto parece trascender las posibilidades de una explicación. Habría que empezar por discernir el papel que ha jugado en mí, porque sin hombre es difícil que haya obra; y, ya empezando, cabe decir que me creo mejor persona que la que fuera de no haber existido la Revolución. La Revolución, como se sabe, no es solo asunto de convicciones, sino también de fe. Cuando miro a mi vida, con sus altibajos, sus sombras y sus luminosidades, la distingo, casi en su totalidad, envuelta por la Revolución. Cuando miro a mis canciones y percibo a este hombre imperfecto, asediado por demonios externos e internos —los peores—, no puedo dejar de ver una correspondencia entre lo que soy, lo que canto y la Revolución. Creo que hay un interminable juego de espejos en ese triángulo que menciono, el que conforma un ademán de estrella, un íntimo, modesto resumen de grandezas, iluminación y muerte que a cada uno, a su manera, puede corresponder. No hace mucho vi a Fidel, en la televisión, diciéndole a los jóvenes que cada cual podía llegar a sentir que era, en sí mismo, la Revolución. Para mí no fue revelación sino memoria, porque la fe que reconquisté por sobre la agonía la adquirí una joven noche, a principios de 1968, cuando la ignorancia me desterró de mi pasado y mi futuro, o sea de mi vida, de mi Revolución, abandonándome en el presente más desesperado de mi existencia. Salí de aquel recinto con la cabeza en brumas y caminé en silencio hasta mi casa, presintiendo lo que aquel extraño juez ignoraba y yo tampoco conseguía atrapar, allí en la punta de mi espíritu. De pronto, tocado por un rayo, me detuve y grité, en medio de la calle: "Y ¿quién coño le habrá dicho a ese que la Revolución es propiedad privada de nadie? ¡Yo soy la Revolución!" Así de simple.

—¿Su obra ha sido censurada alguna vez en Cuba?

—Ocasionalmente he sido censurado en Cuba, en España, en Chile, en Argentina y en otros países, pero nunca tanto como en Miami. Tengo entendido que en Miami mi música se vende bastante, pero en secreto, y que quienes la escuchan lo hacen con audífonos o muy bajito. Me han dicho que a quienes me oyen los pasan automáticamente a la lista roja. En Cuba, con los artistas de allá, incluso con los que hablan mal de la Revolución, no pasa igual. Quizá no los pongan en la radio, pero en sus casas la gente pone a toda voz la música que prefiriere, sea cual sea.

—¿Ha valorado alguna vez presentarse para el público cubano y latinoamericano de Miami? ¿Aceptaría una invitación para actuar en Miami?

—No es la primera vez que dialogo con "la cultura oficial" de Miami, para usar su lenguaje. Recuerdo que cuando terminaron las dos horas que le dediqué a Openheimer, apagó la grabadora y me dijo, ante testigos: "Me cuelgan, si publico esta entrevista allá". Usted me hace ahora esta pregunta sin el más mínimo compromiso: qué haría yo. Cabría preguntarle qué haría usted, qué escribiría, cuán profundamente sentiría la responsabilidad de su influencia en lo que hagan otros, en el mal o en el bien que liberen sus comentarios. Siempre he sentido una gran curiosidad por Miami y estoy seguro de que algún día haré esa visita. De hecho Pablo y yo estuvimos tratando de ir, en 1979, cuando hacíamos conciertos por ciudades de la costa del este, pero la brigada Venceremos, nuestra anfitriona, nos dijo que el Departamento de Estado no lo permitía. Ya habíamos tenido amenazas de bombas; nuestra presencia agregaba trabajo al diario fogueo de la policía norteamericana. Hace algunos años dormí una noche en el aeropuerto de Miami, en tránsito hacia Puerto Rico, y al día siguiente mi guitarra, que llevaba en el forro una pegatina donde se veían Fidel y la bandera cubana, llegó destrozada a su destino (eran coterráneos los del aeropuerto). La Eastern tuvo que pagarla. Ya en Puerto Rico, escuché un día por la radio a un comentarista que acusaba a la contrarrevolución de floja y decaída, ya que en otros tiempos, según él, hubieran barrido las calles de Miami con nosotros. Esa y otras anécdotas, así de pintorescas, me inspiraron más tarde "El Necio". "Tiempo después, cuando canté con Juan Luis Guerra en Montecristi, conmemorando el encuentro de Martí y Gómez, fui testigo de las injurias y amenazas que sufrió Juan Luis, desde Miami, por atreverse a subir al mismo
escenario que yo (ni siquiera juntos), en su propio país, República Dominicana. Hablaban de quemar sus discos y hasta un supuesto apartamento que tenía en Miami. A Rosa Fornés, una señora que es una institución en el mundo de las tablas, la que jamás ha estado vinculada, que yo sepa, a lo político, por el único delito de vivir en Cuba, la amenazaron con bombas.
Pero voy a agregar tan sólo lo ocurrido hace poco, en Puerto Rico, con Andy Montañez, y que ha despertado una cabal respuesta de los artistas puertorriqueños. Parece que algunos en Miami ni siquiera admiten que otros me saluden en su propia casa. Y vuestros divulgadores tienen bastante responsabilidad en ese y en muchos otros atropellos. Yo sé que todo Miami no es así. Y sé también que incluso la mayoría no es así. Sé, por ejemplo, que los pequeños grupos que fomentan el odio lo hacen por su poder económico, porque controlan los medios de difusión en español y por su capacidad de aterrorizar a la gente. Sé que en Miami no se pueden expresar con libertad algunos sentimientos y opiniones. Pero sé que, incluso en la Calle 8, hay quienes piensan que de dar un concierto habría mucha concurrencia favorable. Sé que los artistas que llegan a Miami, para que no les cierren las
puertas, tienen que pagar el tributo de "las declaraciones". Y sé que hay quienes tienen la suficiente entereza como para no hacerlas. Sé, además, que algunos muy afamados dicen una cosa públicamente, y que en privado se portan como son y no como los obligan a ser para sobrevivir. La doble moral, como se ve, no es patrimonio del socialismo. Cabe preguntarse ¿qué necesidad hay de todas esas máscaras? ¿Qué tipo de "dirigentes" pueden ser los que alimentan el odio y la falsedad? ¿Es esa "la oficialidad cultural" que merece la comunidad cubana de Miami?"