lunes, febrero 19, 2007

"Hablo en serio y los demás se ríen"

ENTREVISTA CON ALEJANDRO GARCÍA VILLALÓN, VIRULO
"Hablo en serio y los demás se ríen"
Johanna Puyol . La Habana

Para todos los cubanos el nombre de Virulo es sinónimo de risa. Mi
generación, que creció entre los 80 y los 90 con su "Dame de tu platanito" y
el animado de "El pararrayos", guarda en sus recuerdos más risueños sus
canciones disparatadas y su voz inconfundible.
Aunque reside y trabaja en México desde hace 15 años, Virulo -que perdió el
nombre de Alejandro García Villalón desde que su maestra de primaria le
pusiera aquel apodo- no ha permanecido lejos de Cuba en ningún momento. Lo
atestiguan las giras nacionales que casi todos los años realiza por las
provincias cubanas, viaje que en 2006 tuvo lugar en diciembre y que concluyó
con un espectáculo humorístico en el Karl Marx, donde, entre otros
invitados, participó Ernesto Acher, ex integrante de Les Luthiers.
Desde que en 1973 comenzara a cantar como el integrante más joven del
Movimiento de la Nueva Trova, Virulo encontró en el humor y en la
provocación a través de la risa sus mejores aliados, no solo para divertir,
sino también para hacer reflexionar. De ahí la notoria frase con que
describió el camino de su vocación: "El humor no distrae: concentra; el
humor no acepta: cuestiona; y finalmente no gratifica: inocula el veneno de
la duda".
¿Cómo lo recibió el público de las provincias y de La Habana en la última
gira que ha hecho por Cuba?
Empezamos el 9 de diciembre con una presentación en Cárdenas. Después nos
presentamos en Pinar del Río, después en Cienfuegos, y el día 17 de
diciembre, ya con Ernesto Acher, el humorista argentino, aquí en el teatro
Carlos Marx. Como todos los años, hago una pequeña gira y trato de incluir
la mayor cantidad de provincias posible. El año antepasado estuvimos en
Santiago, en Camagüey, en Matanzas, y el 2006 cambiamos un poco la cosa y
estuvimos más por occidente. Este año también lo vamos a hacer. Me imagino
que volveremos a las provincias orientales, y tal vez a la Isla de la
Juventud. Quiero que venga este año Jorge Guerra, el chileno que trabajó
tantos años con el Conjunto de Espectáculos. Este año se cumplen 20 años del
primer programa que hice en Miramar, de los grupos de humoristas jóvenes, y
también quiero celebrar eso.
¿Es parte este show del que hace poco presentó en varios países de América
Latina? ¿Cómo comenzó ese proyecto?
Los últimos tres años he organizado un encuentro de humor con amigos en
México. Llevo amigos míos de distintos lugares del mundo y hacemos una gira,
no lo puedo llamar un Festival del Humor porque es una cosa muy pequeña.
Invité en esta ocasión a Ernesto Acher, ex miembro del grupo Les Luthiers; a
Laureano Márquez, humorista nacido en Canarias y que radica en Venezuela, y
a Emilio Lovera que es el humorista más importante de Venezuela. Ellos tres
son grandes amigos míos. Hicimos un periplo bastante grande por México, con
10 presentaciones por todo el país, con cuatro en el Distrito Federal.
Quedamos muy contentos con esa gira y después, en diciembre, Emilio Lovera
nos invitó a que la hiciéramos en Venezuela, y allá fuimos. Después invité a
Ernesto Acher a que viniera para Cuba conmigo a hacer una presentación. Este
año lo vamos a repetir en España, a partir de junio, y a partir de julio
probablemente hagamos un espectáculo juntos, Ernesto Acher y yo. Esos son
los planes.
El año pasado también pasó una cosa muy importante, para mí por lo menos, y
es que la Universidad de Canarias me dio el título de Doctor Humoris Causa
de la Cátedra del Humor, que lo dan con toda seriedad, con el Rector y todo
eso.
Con tantos públicos diferentes, ¿debe variar su forma de abordar el humor?
Hoy justamente estaba hablando con Churrisco de eso y le decía que lo
importante es no perder tu esencia. Es decir, hago lo mismo en todas partes.
Lo que he tratado de ir a lo fundamental, no quedarme en lo más superficial,
que muchas veces es algo que tiene una referencia directa en cada lugar. No
le puedo pedir a un mexicano que entienda qué es una "croqueta cosmonauta" o
lo que es un "camello" si no se lo explico, porque el humor siempre necesita
un conocimiento previo de la gente. Para reírte de algo tienes que
conocerlo. Si te hago un chiste de los ojos de los marcianos y no tienes
idea de cómo son, no te puedes reír. Hay dos maneras de hacerlo: de una
manera humorística das ese conocimiento previo para después cuando hagas la
canción se entienda, o te saltas eso y vas a las cosas que son iguales en
todas partes, sea en Cuba, en México, en Venezuela. En todas partes suceden
cosas similares y las personas somos similares aunque tengamos
características diferentes. Cuando hablas de las cuestiones humanas.
Lleva unos años viviendo en el extranjero. Esta distancia de su cultura y de
sus raíces, ¿ha marcado de alguna forma su acercamiento al humor, las cosas
que lo inspiran?
Nunca he perdido ese vínculo con Cuba. Este proyecto de las giras anuales lo
mantengo desde hace muchos años. A veces no se podían organizar, pero lo
estoy haciendo a través de Artes Escénicas y del Centro del Humor y ha
funcionado perfectamente.
Mi disposición siempre ha estado presente, mi deseo de estar aquí. Para mí
es muy importante estar cerca de Cuba, cerca de su cultura. Ahora con los
años siento más necesidad de estar cerca, nunca he estado lejos, pero sí
siento más deseo de no pasar tanto tiempo fuera de Cuba, sin perder todo el
trabajo que he hecho en el exterior.
¿Dónde encuentra inspiración, cómo descubre lo que hace reír a los demás?
El problema es la manera en que se dicen las cosas. Yo digo: el humorismo no
se puede estudiar. El humorista tiene una manera de decir las cosas que
causa risa aunque esté hablando de las cosas más serias. Tengo un amigo
venezolano que dice que los humoristas somos personas que tratamos de hablar
en serio y los demás se ríen. Es verdad, es una manifestación muy extraña.
La gente puede provocar risa de una manera inconsciente, pero llegar a
hacerlo de una manera consciente tiene que ver mucho con un elemento extraño
que hay en el humor y los humoristas en la forma en que hablan, cómo ponen
la cara, son muchos detalles. Esa risa se causa con una empatía con el
humorista. A estas alturas, después de tantos años haciendo esto, sigue
siendo rarísimo y difícil de explicar qué es el humor y por qué es así y no
de otra manera.
¿Existe una diferencia entre el humor para la televisión y el que se hace en
la escena, en contacto directo con el público, cuando se debe lograr una
risa inmediata?
Creo que es más fácil hacer humor en vivo porque sientes a la gente allí.
Tienes como un termómetro de qué está funcionando y qué no, y
automáticamente lo vas variando. Cuando trabajas para la televisión o para
el cine no tienes esa cercanía, es un vuelo a ciegas, y tienes que sentirte
muy seguro de lo que estás haciendo para que funcione. A mí me cuesta un
trabajo horrible, prefiero mil veces trabajar el humor en teatro, directo,
porque de la otra manera sufro mucho. En México, por ejemplo, tuve dos
programas de humor: Virulencia modulada, con Televisión Azteca, que estuvo
en el aire un año, y después tuve otro llamado La Coladera, con el Sistema
Mexiquense de Televisión. Sufrí horrores, porque no tenía idea de lo que
estaba pasando. Solo veía a los camarógrafos aburridos que estaban en lo
suyo, en el trabajo técnico, pero no se creaba un team de apoyo para saber
si lo que estaba diciendo era gracioso, si funcionaba. Yo me declaro
incompetente para hacer el trabajo de humor en televisión de manera
constante.
¿Qué significaron los años en el Movimiento de la Nueva Trova para su
formación como humorista y músico?
Fíjate si influyeron esos años que cuando llegué al Conjunto Nacional de
Espectáculos en 1983, lo primero que traté de hacer fue una nueva trova del
humor. Reuní humoristas de las universidades, junté gente de todos lados,
hacía humor en distintos lugares. La Nueva Trova es como mi cimiento, de ahí
se elaboró todo el edificio, y por suerte la Nueva Trova me dio bases muy
fuertes. Me siento muy orgulloso de ser miembro fundador, aunque lo que haga
sea tan diferente de lo que hacen el resto de los trovadores. Mucha gente
fuera de Cuba se extraña de que yo sea de la Nueva Trova, porque soy una voz
completamente diferente de las que lo caracterizan, pero para mí el
Movimiento fue mi formador.
La música ha sido muy importante en su carrera, ¿en qué se basa esta
relación de la música con el humor?
Como vengo de la Nueva Trova la música es muy importante y el humor nació
como una necesidad de expresión mía. Es decir, te decía en un momento que
los humoristas tratamos de hablar en serio y los demás se ríen. A mí me
pasaba eso. Es una manera mía muy especial de ver la vida y de hacer las
cosas, y aunque durante uno o dos años estuve haciendo canciones más dentro
de lo que se conoce como Nueva Trova, ese tipo de canción seria y reflexiva,
se impuso de una manera natural en mi forma de ver el mundo, que es a través
del humor. Siempre estoy viendo la vida con una óptica humorista, a partir
del absurdo: "Y si ahora pasara tal cosa." Tengo una fantasía un poco
alocada, siempre estoy fantaseando de cosas que pueden pasar y que son
absurdos totales, y de ahí nace el humor.
Se encuentra en medio de la grabación de un proyecto organizado por Silvio
Rodríguez y Pancho Amat. Cuénteme de qué se trata este nuevo disco.
Esto es un homenaje a Alfredo Carol. Fue un trovador cubano que murió
desgraciadamente muy joven, pero dejó un ramillete de canciones excelentes,
de humor y de otros tipos, dejó de todo. Fue un compositor prolífico en los
pocos años que tuvo de vida, pues murió a los 21 ó 22. Era piloto y se mató
en un accidente de aviación en el Escambray. Tuve la suerte de conocerlo muy
joven, de que fuera mi amigo. Iba a mi casa, me cantaba sus canciones.
Estuve muy cerca de él y de toda su carrera y lamenté muchísimo su pérdida.
Era un muchacho tremendamente talentoso que murió sin despegar todavía con
su música. Si murió a la edad que murió, y dejó las canciones que dejó, que
todavía están vivas después de tantos años, imagina lo que hubiera podido
hacer si hubiera seguido su desarrollo.
Este es un proyecto de Silvio, el de hacer un disco en homenaje a Alfredito
y a su obra. Fíjate si fue complicada la vida de Alfredo Carol que no hemos
podido ponernos en contacto con lo que queda de su familia. No sabemos dónde
están, o si tenía más parientes.
Me alegro mucho de que se le vaya a hacer este homenaje. Le dediqué un
disco, que se llama Virulo furioso, donde canto dos canciones de él: la de
"La navaja en la mano", que estoy grabando para el proyecto actual, y otra
que he cantado mucho y que dice: "El soldado Aco'ta,/ con el ca'co pue'to/
que se presente en la po'ta/ sin ecu'sa ni prete'to". Alfredo tenía unas
canciones de humor estupendas, y canciones serias también maravillosas.

FUENTE. LA JIRIBILLA
http://www.lajiribilla.cu/2007/n302_02/302_10.html

No hay comentarios.: