lunes, febrero 19, 2007

Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC: historia y leyenda

Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC: historia y leyenda

Leonardo Acosta (Exclusivo para Prensa Latina) *

El Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC es hoy casi un mito o una
leyenda, por los escasos discos que se grabaron y que, por cierto,
representan si acaso un 25 por ciento (o aún menos) de su verdadera
proyección, y apenas alguna que otra de las muchas líneas creativas en que
se volcó.


Además, en esos discos no está lo más experimental del conjunto, que debemos
buscarlo en la música para cine, es decir, en numerosos filmes realizados
por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) con
música hecha por el Grupo de Experimentación Sonora (GES).



¿Cómo y por qué surgió el Grupo?. La idea matriz fue de la dirección del
ICAIC, partiendo de la experiencia de Brasil, donde se desarrollaba un
importante movimiento musical renovador que incluia a figuras como Chico
Buarque, Gilberto Gil, Elis Regina, Badem Powell, Edu Lobo, Caetano Veloso,
George Bem, y que contaría pronto con Milton Nascimento, María Bethania y
tantos otros.



Nuestro grupo se plantearía una renovación similar de la música cubana
partiendo de nuestras propias raíces y aprovechando todo aquello que pudiera
enriquecerla, nueva canción (o nueva trova), jazz, rock, samba, nuevas
técnicas electrónicas y de grabación o músicas como la barroca o hasta la
hindú, buscando asimismo los más altos niveles de realización artística,
técnica y tecnológica.



Al frente del GES se situó a una figura idónea para tales fines: Leo
Brouwer. En aquellos días en que aún no había adquirido fama mundial, Leo no
sólo se destacaba como guitarrista y compositor sinfónico, sino también
tenía una positiva experiencia en la música popular, adquirida en sus años
de trabajo en el Teatro Musical de La Habana, y en la composición de música
para cine.



Brouwer había demostrado ya un desenfado y habilidad para abordar cualquier
tipo de música, poco frecuente en los compositores sinfónicos o "de
conservatorio".



Otra meta del GES era encauzar la nueva canción cubana, luego enmarcada en
el Movimiento de la Nueva trova (desde 1972), dentro de parámetros y
contextos musicales más amplios. Por ello fueron incluidos varios de los
primeros cultores de la nueva trova como Pablo Milanés, Silvio Rodríguez,
Noel Nicola y Eduardo Ramos.



Todos tocaban guitarra, pero Eduardo se estableció como contrabajista. Junto
a ellos se incorporó Sergio Vitier como guitarrista, a quien Leo le
encomendó la misión de "reclutar" a los demás instrumentistas. El primer
"recluta" fui yo, encargado de tocar distintos instrumentos de viento
(saxofón, fliscorno, flautas recorder), y a sugerencia mía integraron el
grupo el pianista Emiliano Salvador y el baterista Leoginaldo Pimentel,
apenas regresados de la Escuela Nacional de Arte.



Vitier llevó a su vez al flautista Genaro Caturla. También se incorporó en
un principio el clarinetista Lucas de la Guardia, quien componía música para
dibujos animados del ICAIC (su mayor éxito es Elpidio Valdés). Más tarde
integraron el grupo -ya en otra etapa- la cantante y autora Sara González y
Pablo Menéndez, actual director del grupo Mezcla.



Muchos otros músicos formaron parte del GES o colaboraron en distintas
grabaciones, algunas puramente experimentales y otras para documentales o
largometrajes del ICAIC.



Fundado en 1969, el primer año del GES se dedicó fundamentalmente al estudio
y a la grabación de música para noticieros y documentales. Se elaboró un
sistema de estudios (teóricos y prácticos) totalmente revolucionario, que se
combinan con ensayos y audiciones de casi toda la música posible: de
Beethoven a John Coltrane, de Gilberto Gil a Ravi Shankar, de Anton von
Webern a Xenakis, de Frank Zappa a Blood, Sweat and Tears, de Sindo Garay, a
Juan Blanco y, por supuesto de Bach a los Beatles.



Por otra parte los profesores fueron Juan Elósegui (primer viola de la
sinfónica), Federico Smith y Leo Brouwer. Elósegui contribuyó con su
original método de solfeo, que impartió a los compañeros que hasta entonces
tocaron sólo de oído, como era el caso de los trovadores (salvo Eduardo
Ramos).



El compositor Federico Smith, quien había trabajado junto a Leo Brouwer en
el Teatro Musical, impartió geniales clases de armonía, instrumentación y
orquestación. Leo también impartió en un principio estas disciplinas,
concentrándose luego en otras como contrapunto, fuga, formas musicales y
composición.



El resultado fue que en un tiempo increíblemente breve casi todos éramos
capaces de escribir una partitura para cine o la orquestación de una
canción, ya fuera propia o de otro integrante del grupo. Además, se hicieron
estudios de acústica, ya fuera propia o de otro integrante del grupo.



Además, se hicieron estudios de acústica, electroacústica y técnicas de
grabación, que estuvieron a cargo de los propios ingenieros de sonido del
ICAIC, sobre todo Jerónimo Labrada. Poco a poco los cineastas comenzaron a
acercarse. Los primeros fueron los documentalistas, los consagrados que
hacían ya largometrajes tardaron más en convencerse.



El primero que vio claro fue Santiago Alvarez quien utilizó nuestra música
en sus nada cortos documentales. Luego contaron con nosotros Sara Gómez,
Sergio Giral, Manolito Herrera, más tarde Manolito Pérez, Octavio Cortázar y
otros.



Poco a poco se iban dando cuenta de que el GES tenía la virtud de poder
transformarse en grupo de jazz, de rock, de música cubana bailable,
ampliarse para conseguir un formato de jazzband o de orquesta sinfónica y,
claro, estaban las canciones que componían los trovadores y que a menudo
fueron concebidas para diversas películas.



Aquí el pionero fue Manuel Octavio Gómez en La primera carga al machete, con
canciones de Pablo Milanés.



Con todo, durante los primeros años el GES vivió una extraña situación de
aislamiento, ya que por razones de insensibilidad burocrática y prejuicios
idiotas, algunos organismos se negaban a difundir nuestra música, y entre
estos se encontraban órganos de difusión tan vitales como la televisión, la
radio y el disco.



El grupo sólo podía oírse a sí mismo en la banda sonora de las películas
cubanas, en la cabina del estudio del ICAIC en la calle Prado o en sus
esporádicas actuaciones en vivo en el actual Chaplin (entonces Cinemateca)o
en el cine 23 y 12.



La mayoría de estas presentaciones fueron ante un público compuesto por los
propios trabajadores del ICAIC, pero cuando se hacían realmente públicas el
teatro se abarrotaba y cientos de personas se quedaban fuera. Cómo sabían de
la existencia del Grupo es un misterio que sólo Sherlock Holmes o Guillermo
de Baskerville podrán desentrañar por ahora.



El "bloqueo" al GES comenzó a romperse con la Empresa de Grabaciones y
Ediciones Musicales (EGREM), que con el "empujoncito" de la Casa de las
Américas, presidida por Haydée Santamaría, editó varios larga duración, que
hoy son rarezas de coleccionistas.



El grupo había surgido en un momento nada fácil, sobre todo por lo ambicioso
de sus metas, y fue particularmente afectado por las dificultades, entonces
casi insuperables, para adquirir en el exterior los instrumentos y equipos
sofisticados que necesitábamos.



Comenzaron entonces a surgir las diferencias de orden estético entre algunos
integrantes; por ejemplo, entre los trovadores y los instrumentistas, o
entre los partidarios del rock y los del jazz; por otra parte, la creciente
insistencia de Sergio Vitier y mía de que se incluyera en el el grupo el más
variado instrumental de percusión cubana, a lo cual, inexplicablemente, se
oponía Leo Brouwer, fascinado entonces por la tabla y la tambora hindúes.



Pero el final de esta primera etapa fue provocado por la imposibilidad de
que Leo Brouwer continuara al frente del GES, debido a su creciente fama
internacional y sus muchos compromisos en el exterior.



Tras un impasse de casi dos años, el Grupo se reestructuró bajo la dirección
de Eduardo Ramos. Nos habíamos ido Caturla, Averhoff, Leoginaldo, Silvio,
Noel, Pablo -que trabajó un tiempo en Extensión Universitaria-, Sergio
Vitier que se mantenía solamente componiendo música para cine (sobre todo
películas de Octavio Cortázar, como El brigadista y de Manuel Octavio Gómez)
y yo.



Quedaban Eduardo, quien convenció a Pablo para que regresara, así como a
Sara González, el pianista Emiliano Salvador, el saxofonista Manuel Varela,
el guitarrista Pablo Menéndez, el baterista Ignacio Berroa y los
percusionistas Norberto Carrillo y Danielito.



Esta nueva edición del grupo, que trabajó hasta 1976 con enorme éxito de
público en el Amadeo Roldán y otras salas, e indiscutibles logros musicales,
incluyó en su repertorio números de Silvio, Noel y Vitier, de Pablo, Sara y
Eduardo, y los arreglos los hacían Emiliano, Eduardo y Pablo Menéndez.



Sus actuaciones fueron sensacionales, con una mezcla de nueva trova,
distintos ritmos cubanos, jazz-rock, samba y electrónica. Al disolverse
finalmente, algunos de sus integrantes pasaron al grupo que formó entonces
Pablo Milanés.



El trabajo del GES dejó un saldo favorable no sólo para el cine cubano y
para el desarrollo del Movimiento de la Nueva Trova, creado en 1972 con el
apoyo de la Unión de Jóvenes Comunistas. También influyó en casi todos los
grupos constituidos más tarde, tanto en torno a la nueva trova como al rock
y el jazz afrolatino, aunque algunos no lo reconozcan, o no lo sepan.



Ante todo fue un estímulo para la experimentación, que ha caracterizado
luego a muchos grupos como Irakere, Algo Nuevo, Opus 13, Proyecto, Afrocuba,
etcétera. Los ex-integrantes del GES han triunfado luego individualmente,
cada uno en su terreno preferido. Cabe preguntarse ¿qué hubiera hecho el GES
de haber contado con los modernos equipos electrónicos que hoy tienen sus
sucesores y sin los escollos y prejuicios que tuvo que enfrentar?



Sin dudas, nos hubiéramos ahorrado varios años en el empeño de situar
nuestra música en los niveles que ha alcanzado actualmente.



la ag



*Escritor e investigador cubano, Premio Nacional de Literatura 2006.
Fundador del Grupo de Experimentación Sonora y fundador de Prensa Latina.



PL-40

http://www.prensalatina.com.mx/article.asp?ID=%7BC68CBC8D-9BB7-4BBB-8769-A29F7FB05E88%7D&language=ES

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