viernes, octubre 27, 2006

Tenían permiso para agredir a López Obrador

por Ciro Gómez Leyva

Otra gota de cochambre ha caído en el percudido mantel de la elección presidencial. La fiscal de delitos electorales, María de los Ángeles Fromow, informó ayer que, en efecto, 7 millones de correos electrónicos salieron de oficinas y máquinas públicas para difamar y dañar la imagen de uno de los candidatos, el que presentó la demanda, el de la coalición Por el Bien de Todos: Andrés Manuel López Obrador.

Pero muy quitada de la pena, la señora Fromow (“Es muy mona, pero no sirve para gran cosa”, el priista César Augusto Santiago dixit) declaró que como no pueden hacer nada, pues no pasa nada. Dijo:

—Lo que tuvimos es que esos correos que se estaban utilizando en las campañas eran contra un candidato o un partido político, y nuestro Código Penal Federal establece el destino de recursos públicos para apoyar a un partido político o a un candidato, pero no en contra.

Glorioso: las leyes electorales mexicanas castigan el apoyo, mas no la agresión. Maravilloso: la fiscal reconoce la existencia de 7 millones de dardos contra López Obrador disparados con veneno del erario, pero advierte que no hay delito que perseguir. Estupendo: nuestras leyes nos siguen alejando de la justicia. ¿Que no lo que está expresamente permitido, está prohibido para un servidor público? Qué miseria.

Y ya que hablamos de burócratas que se sientan a producir toneladas de propaganda negativa, ¿cuánto cuesta la señora Fromow y su fiscalía, buenísima en los asuntos insignificantes, inútil en los que de verdad importan?

El lopezobradorismo tendrá esta vez los argumentos morales de su lado para gritar: ¡Al diablo con su estado de derecho! ¡Al diablo con sus instituciones!

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