domingo, julio 01, 2007

Adiós, Monitor


José Gutiérrez Vivó es uno de los periodistas más importantes en la historia de la comunicación mexicana porque siendo muy joven le dio sentido a la radio matutina del valle de México.

Antes de Gutiérrez Vivó, a los chilangos les daba igual escuchar o no escuchar la radio.

Don José hizo, de escuchar la radio, una necesidad, al integrar una red de servicios, coberturas y especialistas que nunca nadie había ofrecido, desde reportes viales hasta considerar la opinión del público en temas polémicos.

Como empresa, Monitor, el concepto de José Gutiérrez Vivó, también fue un parteaguas en la historia de los medios mexicanos.

No era el programa de radio de una estación, era una compañía independiente que, apoyada en frecuencias de terceras personas, daba empleos, generaba utilidades e incluso se trasladó a la televisión y a los medios impresos.

Si la historia de José Gutiérrez Vivó se hubiera dado en Estados Unidos, Australia o Inglaterra, ya le hubieran hecho una película nominada al Óscar. Es admirable, apasionante, ejemplar y potente.

¿Qué fue eso tan tremendo que pasó con don José? Que su crecimiento molestó a las instancias equivocadas. Como usted sabe, los medios son un excelente negocio en nuestro país, pero sólo si no afectan a las pocas personas que los sustentan. No cualquiera que llegue de fuera es visto con buenos ojos.

Don José quiso, con razón o sin razón, pasar por encima de Grupo Radio Centro para volar con sus propias alas. Obviamente jamás iba a lograr su objetivo.

Grupo Radio Centro, la cuna donde nació Monitor, pertenece al Olimpo mediático de nuestra nación. Quien se pone contra el Olimpo, llámese gobierno, anunciantes o talento, pierde, aunque el mismo olimpo jamás intervenga. Es una especie de solidaridad no declarada.

¿Qué papel juega el gobierno en esta dinámica? Como fuente, el gobierno se queda con el Olimpo para impedir que hablen mal de él. Como anunciante, igual. El gobierno, a través de sus diferentes niveles, secretarías e instituciones, es uno de los más grandes anunciantes del país.

No hay medio que sobreviva sin los anuncios del gobierno. Negar un anuncio hace más daño que ejercer cualquier tipo de censura.

¿Qué papel juegan los otros anunciantes en estas situaciones? Aunque parezcan muchos, son pocos los anunciantes de los medios mexicanos porque todos convergen en unos cuantos empresarios y en unas cuantas centrales de medios.

Si el gobierno le retira su apoyo publicitario a algún medio, los otros anunciantes se retiran al instante para no tener problemas con el gobierno que es el que les da permisos, créditos y un montón de suministros más para desarrollar sus diferentes actividades comerciales.

Paralelamente a esto, si los anunciantes detectan algún conflicto entre algún medio y otro, como sucedió con Monitor, invariablemente se ponen del lado del más poderoso para evitar represalias de tipo comercial o editorial tanto con ese medio como con sus aliados, proveedores y clientes.

A esto súmele usted que los anunciantes mexicanos se fijan más en ciertas conveniencias e incluso en lo que ellos consideran valores humanos, antes que en la calidad o los niveles de audiencia, para depositar su dinero. Complicado, ¿verdad?

¿Y el talento? ¿Cómo aplica aquí el tema del talento? A través de los sindicatos. Cuando alguien atenta contra el Olimpo, los sindicatos presionan a favor de quien tenga más poder para conservar su posición. ¿Y cómo ejercen esa presión? Con exigencias y huelgas.

¿Se necesita algo más para tronar una empresa? El tema de los medios es más complejo de lo que parece porque implica querer hacer negocios y querer informar, entretener o educar sin dejar de darle gusto a todos los elementos que intervienen en sus diferentes dinámicas.

Si de repente se enoja un anunciante, alguna rama del gobierno, el sindicato o un competidor, ¡adiós, medio! José Gutiérrez Vivó no se enojó con uno, se enojó con muchos de los eslabones de esta cadena, y el viernes, a falta de recursos, tuvo que cerrar Monitor, lo cual es un escándalo.

Yo lo que quisiera es que, además, lo tomáramos como un tema para reflexionar. ¿Qué tan libres son los medios en nuestro país? ¿Qué alternativas puede haber para la información, el entretenimiento y la educación en este contexto? ¿Las hay?

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